MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro de Salud Ambiental Infantil de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) ha organizado la evidencia científica disponible sobre los efectos de la contaminación del aire en la salud infantil.
Los impactos directos para la salud en los niños por la contaminación del aire producto de la combustión de combustibles fósiles incluyen resultados adversos en el parto, deterioro del desarrollo cognitivo y del comportamiento, enfermedades respiratorias y, posiblemente, cáncer infantil.
El documento, publicado en la revista 'Environmental Research', es la primera revisión exhaustiva de las asociaciones entre varios contaminantes de combustibles fósiles y los múltiples efectos en la salud de los niños, todo ello en el contexto de la evaluación de los beneficios de la contaminación del aire y las políticas de cambio climático.
Los investigadores dicen que su objetivo es ampliar los tipos de resultados de salud utilizados en los cálculos de los beneficios económicos y de salud de la implementación de políticas de aire limpio y cambio climático, que se limitan en gran medida a los efectos de la contaminación del aire en las muertes prematuras y otros resultados en adultos. El nuevo artículo agrega investigaciones sobre los resultados, incluidos aquellos adversos de nacimiento, problemas cognitivos y conductuales e incidencia del asma.
"Las políticas para reducir las emisiones de combustibles fósiles tienen un doble propósito: reducir la contaminación del aire y mitigar el cambio climático, con beneficios económicos y de salud considerables. Sin embargo, debido a que solo se han considerado unos pocos resultados adversos en los niños, los políticos y la ciudadanía aún no han visto el alcance de los beneficios potenciales de las políticas de aire limpio y cambio climático, especialmente para los niños", explica la primera autora de la investigación, Frederica Perera.
Los investigadores revisaron 205 estudios revisados por pares publicados entre el 1 de enero de 2000 y el 30 de abril de 2018 que proporcionaron información sobre la relación entre la concentración de las exposiciones a contaminantes del aire y los resultados de salud. Los estudios se refieren a los subproductos de la combustión del combustible, incluidos contaminantes tóxicos del aire como las partículas (PM2.5), los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y el dióxido de nitrógeno (NO2).
"Existe una amplia evidencia sobre los muchos daños causados por la contaminación del aire en la salud de los niños. Nuestro documento presenta estos hallazgos de manera conveniente para respaldar las políticas de aire limpio y cambio climático que protegen la salud de los niños", argumenta Perera.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que más del 40 por ciento de la carga de las enfermedades relacionadas con el medio ambiente y alrededor del 90 por ciento de la carga del cambio climático recae en los niños menores de cinco años, aunque ese grupo de edad constituye solo el 10 por ciento de la población mundial.
Como uno de los principales impulsores del cambio climático, la combustión de combustibles fósiles también está contribuyendo directa e indirectamente a enfermedades, muertes y problemas de salud mental en niños a través de eventos de calor más frecuentes y severos, inundaciones costeras e interiores, sequías, incendios forestales, intensas tormentas, propagación de vectores de enfermedades infecciosas, aumento de la inseguridad alimentaria y una mayor inestabilidad social y política.