MADRID 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia de la depresión entre las madres de niños epilépticos oscila entre el 30 y el 38 por ciento en los primeros 24 meses tras el diagnóstico y sus síntomas afectan de forma negativa a la calidad de vida de los menores. Así lo afirma un estudio del Departamento de Epidemiología de la Universidad Western Ontario, en Canadá, publicado en la versión 'on line' de la revista especializada 'Epilepsia'.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión afecta a 121 millones de personas en todo el mundo. Una fuente importante de estrés para los padres es tener que cuidar a un niño con una enfermedad crónica, como la epilepsia.
Anteriores estudios habían demostrado que los familiares de un niño con epilepsia sufren más estrés, ansiedad y limitaciones en su vida dentro del hogar. En concreto, las madres eran los familiares en mayor riesgo de sufrir estrés psicológico o depresión al saber que sus hijos tenían epilepsia, pues son ellas a menudo las principales cuidadoras de los niños.
Según el principal investigador del estudio, Mark Ferro, "el riesgo de depresión clínica es común entre las madres de niños recién diagnosticados de epilepsia".
Para determinar la prevalencia de esta depresión materna, los investigadores encuestaron a 339 madres cuyos niños formaban parte del Estudio sobre la Calidad de Vida relacionada con la Salud de los Niños con Epilepsia (HERQULES, por sus siglas en inglés).
Utilizaron la escala del Centro para Estudios Epidemiológicos de la Depresión para valorar el riesgo de estas madres de desarrollar una depresión clínica y descubrieron que el 38 por ciento estaban en riesgo desde el inicio, que el 30 por ciento lo estaban a los seis meses, el 32 por ciento al año y el 30 por ciento a los dos años.
Después analizaron, en base a estos datos, la calidad de vida de los niños y la severidad de su epilepsia y observaron que los niños tenían sus primeros ataques sobre los siete años y una calidad de vida relativa a la salud puntuada en 70, es decir, relativamente buena. Aproximadamente el 60 pro ciento de los niños participantes en este estudio tenían epilepsia severa.
También descubrieron que los niños de madres con elevados niveles de depresión tenían peores resultados en el test de calidad de vida relacionada con la salud que los hijos de mujeres menos deprimidas. De hecho, los hijos de madres deprimidas tenían menos probabilidades de mejorar su salud durante los primeros 24 meses tras el diagnóstico. Por contra, los niños de madres sin depresión mejoran su salud con el tiempo.