MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los bajos niveles de ácidos grasos omega-3 pueden estar detrás de la depresión postparto, según explican investigadores de la Universidad de Montreal, el Centro de Investigación de la Madre Sainte-Justine y el Hospital Infantil, todos ellos en Canadá, en la edición de este jueves de 'Canadian Journal of Psychiatry'.
Los ácidos omega-3 se transfieren de la madre al feto y más tarde a su hijo al amamantarlo, por lo que los niveles de omega-3 de la madre disminuyen durante el embarazo y permanecen bajos por lo menos seis semanas después del parto. Por ello, los investigadores apuestan por un mayor consumo de ácidos grasos omega-3, por ejemplo, a través de la ingesta de pescado.
Además, las mujeres están en mayor riesgo de depresión durante sus años fértiles y el nacimiento de un niño puede desencadenar un episodio de depresión en las mujeres más vulnerables. La depresión postparto se asocia con el deterioro de la salud materna, así como con problemas de desarrollo y de salud para su hijo.
"La literatura muestra que podría haber un vínculo entre el embarazo, omega-3 y la reacción química que genera la serotonina, un regulador del estado de ánimo, que se proyecta en nuestro cerebro", explicó el autor principal de la investigación, Gabriel Shapiro.