Al menos 40 familias están hacinadas en refugios insalubres sin poder recibir asistencia médica ni conservar sus antirretrovirales
MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de organizaciones han pedido al Gobierno de Camboya, en una carta conjunta entregada este lunes al primer ministro y al ministro de Sanidad camboyanos, que deje de enviar a familias con VIH a Tuol Sambo, un lugar remoto situado a 25 kilómetros de la ciudad más próxima, donde estas personas están siendo alojadas en un refugio que, según denuncian, no posee las condiciones mínimas de salubridad.
Asimismo, en esta misiva, exigen al Ejecutivo del país que mejore las condiciones de vida de estos refugios y que aseguren un acceso a servicios médicos de calidad, incluido tratamiento antirretroviral, tratamiento de infecciones y cuidados primarios, entre otras medidas.
Estas organizaciones denuncian que el pasado mes de junio, el Gobierno camboyano recolocó forzosamente a 20 familias con VIH que vivían en Borei Keila a un refugio en Tuol Sambo, donde fueron realojadas también otras 20 familias el pasado 23 de julio.
CONOCIDA COMO 'LA ALDEA DEL SIDA'
Aseguran que Tuol Sambo no reúnen los niveles mínimos de salubridad exigidos a nivel internacional, ni siquiera para refugios temporales de emergencia, ya que se trata de cobertizos flanqueados por alcantarillas abiertas donde sólo hay un pozo para todos. Las familias temen que sus antirretrovirales se deterioren por el calor.
Según Human Rights Watch (HRW), estos cobertizos verdes de metal, sin agua ni otros servicios, ya eran conocidos por la gente de la zona, antes de que llegaran estas familias, como 'la aldea del sida'.
"Las condiciones de vida en Tuol Sambo suponen un grave riesgo para la salud de las familias que viven allí", indicó una consejera sanitaria en HRW, Rebecca Schleifer, quien recordó que la gente con VIH "tiene sus sistemas inmunitarios comprometidos y son especialmente vulnerables". "Para ellos, vivir en estas condiciones puede significar una sentencia de muerte", advirtió.
Para el miembro de la Red Asia-Pacífico de Personas que viven con Sida Shiba Phurailatpa, el Gobierno camboyano "ha creado de facto una colonia de infectados por el virus del sida juntando a personas con VIH en un alojamiento de segunda, lejos de las instalaciones médicas, de los servicios de asistencia y de los trabajos".
"Es difícil entender cómo un Gobierno que ha recibido el reconocimiento internacional para sus esfuerzos de prevención de esta enfermedad pueda ignorar así los derechos básicos de las personas que viven con el VIH", señaló.
UN "PROCESO JUSTO" PARA ESTAS FAMILIAS
El aumento del valor de la propiedad en la capital de Camboya ha dejado a miles de pobres de la ciudad vulnerables a los desalojos forzosos para dejar vía libre al desarrollo comercial.
Cuando vivían en Borei Keila, estas personas trabajaban como conductores de taxi, limpiadores y costureras, entre otros oficios. Ahora, la mayor parte de ellos no tiene perspectivas de trabajo ni en Tuol Sambo ni en sus alrededores y su situación económica ha empeorado por el hecho de que un viaje de regreso a Phnom Penh para ir a trabajar o al hospital cuesta cinco dólares, algo que no se pueden permitir unas familias que ganan de 1,5 a 3 dólares al día.
"El Gobierno de Camboya necesita establecer un proceso justo y abierto para que todos reciban el alojamiento y servicios que necesitan", indica el miembro de una ONG, Kevin Moody. "La gente que vive con el VIH, como todos, necesitan condiciones de vida adecuadas que no amenacen su salud y una forma de ganarse la vida", añadió. "Agrupar a las familias afectadas por sida de esta forma les expone a un estigma y discriminación mayores", concluyó.