MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los cambios de temperatura frecuentes y la polinización de las plantas causada por la primavera provoca el aumento de la rinitis alérgica y vírica porque "provocan una disminución de las defensas de las vías áreas lo que hace aumentar la vulnerabilidad ante posibles agentes infecciosos", ha indicado el presidente de la Comisión de Rinología y Alergia de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), Miguel Armengot.
Los síntomas de la rinitis alérgica afectan a una de cada cinco personas, según datos de la SEORL, y se intensifican con el inicio de la polinización de muchas plantas durante la primavera aunque "estas cifras no siempre coinciden con la incidencia real porque muchos pacientes no consultan por no considerarlo alergia", ha asegurado el experto.
La rinitis es un trastorno heterogéneo nasal sintomático que se caracteriza por una inflamación de la mucosa nasal que da lugar a síntomas como la obstrucción, congestión nasal, estornudos y picores. Las causas de la rinitis pueden inducir al error en el tratamiento si no se identifican de manera correcta.
NO CONFUNDIR LOS SÍNTOMAS
El hecho de que los síntomas de ambos tipos de rinitis puedan coexistir en el tiempo "hace que haya pacientes que puedan llegar a confundirlos pero no aparecen ni afectan de la misma manera", afirma Armengot.
En el caso de la vírica provoca infección, sintomatología local nasal, fiebre, malestar generalizado y "duran cerca de una semana pudiendo causar baja laboral", ha indicado. La rinitis alérgica "provoca hipersecreción nasal y estornudos y sus síntomas son más locales porque pueden durar dos o tres meses, e incluso todo el año".
De hecho, según un estudio francés publicado en 'Allergy, Asthma and Clinical Inmunology', de los pacientes con rinitis alérgica, el 42 por ciento tiene asma y el 60 por ciento conjuntivitis y, además, ven deterioradas sus actividades diarias y la calidad del sueño.
PROBLEMA Y TRATAMIENTO
La rinitis alérgica "constituye un problema de salud mundial por su alta prevalencia y afecta sobre todo a adolescentes y adultos jóvenes", ya que está entre las diez principales causas para acudir al médico de atención primaria, según datos de la SEORL.
Uno de los factores que más contribuyen a su progresión es la contaminación atmosférica, "ya que produce lesiones inflamatorias del epitelio respiratorio que inducen aumento de la permeabilidad a los alérgenos y una disminución de la capacidad de la eliminación del tapiz mucociliar", ha destacado el doctor.
Por otro lado, también influye en el poder alergénico de algunas plantas, "pues modifica la forma de los granos de polen y estimula la expresión de proteínas capaces de comportarse como inductores de la respuesta alérgica mediada por las inmunoglobulinas", añade.
El tratamiento, tanto para la vírica como para la alérgica, también es distinto. "En caso de existir causa alérgica se pueden tratar los síntomas con antihistamínicos y corticoides", subraya el experto. Existe también la posibilidad de curarla con inmunoterapia pero "es necesario que la sintomatología sea prolongada duradera y que el paciente no presente sensibilización a muchos alérgenos puesto que así es más difícil ajustar la vacuna".
Lo importante es que "al aparecer los primeros síntomas se inicie el tratamiento para así evitar la inflamación de la mucosa; en cuanto a la rinitis vírica, se pueden atenuar con analgésicos pero nunca con antibióticos", ha concluido el doctor.