Los cambios hormonales "pueden agravar" lesiones muscoloesqueléticas

La doctora Lola Bursón, del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.
La doctora Lola Bursón, del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla. - QUIRÓNSALUD
Infosalus
Publicado: miércoles, 3 diciembre 2025 13:37

SEVILLA 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla ha alertado de que los cambios hormonales que experimentan las mujeres a lo largo de su vida como son la ovulación, menstruación, embarazo, posparto, perimenopausia y menopausia ejercen un "impacto directo" sobre las articulaciones, los músculos y los ligamentos.

Según ha explicado el centro en una nota, aunque muchos de estos síntomas se perciben como "normales", la reumatóloga del Hospital, Lola F. F. Bursón, ha advertido de que pueden ser "la primera señal" de una alteración musculoesquelética o agravar enfermedades reumáticas previas.

En este sentido, la especialista ha remarcado que, durante estas etapas hormonales, es frecuente que aparezca dolor articular o muscular más persistente, rigidez prolongada al despertar, hinchazón o sensación de inestabilidad en las articulaciones, además de cansancio, insomnio o irritabilidad. No obstante ha subrayado que, "cuando estos síntomas alcanzan una intensidad que interfiere con la vida diaria, limitan la actividad física o se acompañan de inflamación, se debe consultar con un especialista".

Así, la doctora Bursón ha incidido en que "los cambios hormonales pueden llegar a destapar enfermedades reumáticas previamente ocultas", y ha destacado "la importancia de buscar una valoración reumatológica" cuando el dolor articular dura más de un mes, sobre todo, si empeora en la madrugada, si aparece inflamación persistente o repetitiva de alguna articulación, si la rigidez matutina supera la media hora, si una enfermedad reumática estable empeora o si surge un dolor o debilidad musculoesquelética tan intensa que afecta a la movilidad.

La reumatóloga ha comentado que, durante la vida fértil, por ejemplo, la ovulación "puede aumentar el riesgo" de lesiones en ligamentos, tendones y articulaciones, mientras que el síndrome premenstrual y la menstruación "reducen la coordinación y amplifican la percepción del dolor".

Asimismo, Bursón ha detallado que "los estrógenos pueden destapar enfermedades del sistema inmune como el lupus sistémico" o que "en los trastornos hormonales que persisten, como la amenorrea o el síndrome de ovario poliquístico, el riesgo de lesiones es mayor".

En esta línea, ha explicado que durante el embarazo y la lactancia, son más frecuentes las crisis de lumbago, la ciática y las tendinitis en hombros, codos y muñecas. Y es que, según la reumatóloga, "la caída de los estrógenos y la producción de leche contribuyen a una pérdida de masa ósea que, no obstante, tiende a recuperarse cuando se realiza ejercicio posteriormente".

"En el parto y el posparto también se observa un aumento del riesgo de complicaciones en mujeres con enfermedades autoinmunes como el síndrome antifosfolípido", ha añadido Bursón. Por su parte, ha referido que tanto la perimenopausia como la menopausia son otras etapas sensibles pues la reducción de estrógenos aumenta el riesgo de artrosis, acelera la osteoporosis y puede agravar enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.

Tanto es así que la especialista estima que el dolor articular afecta aproximadamente al 70 por ciento de las mujeres en esta etapa y que la artrosis posmenopáusica aparece hasta en un 31 por ciento de ellas. La mayor frecuencia de estos problemas en mujeres se debe a una combinación de factores biológicos que predisponen a determinadas enfermedades reumáticas, ha explicado.

Para paliar los efectos secundarios de estos cambios hormonales, la doctora Bursón ha recomendado realizar ejercicio físico con un entrenamiento que incluya trabajo de fuerza de impacto moderado a alto, ejercicios de equilibrio, aeróbicos o cardiovasculares", al tiempo que ha señalado que "llevar una dieta correcta como la mediterránea reduce también la inflamación sistémica".

En paralelo, la especialista ha precisado que los suplementos y la medicación reumatológica, según la necesidad individual de cada paciente o la terapia hormonal sustitutiva, "ayudan a reducir estos efectos adversos".

Desde el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla han subrayado la importancia de "no normalizar el dolor articular" y de consultar ante cualquier síntoma persistente. La identificación temprana de los efectos de los cambios hormonales, han explicado, permite prevenir lesiones, controlar la evolución de las enfermedades reumáticas y mejorar la calidad de vida.

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