Un estudio del IC3 cifra en 230.000 las defunciones adicionales por causas climáticas hasta 2100
BARCELONA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los efectos del cambio climático recaerán también sobre la mortalidad de Europa y provocarán que a partir del año 2080 se produzcan más defunciones en los meses veraniegos que en invierno, en un repunte de las muertes asociadas a causas climáticas que, en las últimas tres décadas del siglo XXI, podrían acumular 230.000 decesos adicionales.
Así lo constata un estudio elaborado por el Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3), presentado este martes en Barcelona y que ha cruzado datos poblacionales con las tendencias previstas de calentamiento global, tomando como referencia las 70.000 muertes que se calcula que se produjeron en Europa durante la ola de calor del verano de 2003.
Los investigadores han explicado que, a pesar de los datos globales que hablan de una disminución de la esperanza de vida media de tres o cuatro meses, las cifras podrían variar según la región de Europa y también en función de las decisiones de prevención que se adopten, la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la propia adaptación humana.
A pesar de esta viariabilidad, el director del IC3, Xavier Rodó, y el autor del estudio, Joan Ballester, han dado por hecho un "cambio de ciclo" a partir de 2080, en el que el pico de mortalidad dejará de producirse durante los meses de invierno --hasta ahora asociado a la mayor propagación de enfermedades-- y se trasladará al verano.
La investigación, que ha sido realizada conjuntamente con el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale de Montpellier (Francia) y la Geneva Medical School and University Hospitals de Ginebra (Suiza) y que publica la revista 'Nature Communications', se basa en un aumento de la temperatura en el arco mediterráneo --una de las áreas que más sufrirá los cambios-- de unos 4,5 grados centígrados en verano y de 2 grados en invierno.
De hecho, las regiones más al norte de Europa verán como en cómputos globales se reduce su mortalidad --debido a inviernos más suaves-- aunque el cómputo global y la mortalidad "significativamente superior" que se registrará en el sur permiten a los científicos asegurar que, en general, las muertes climáticas adicionales podrían llegar a ser 15.000 cada año.
El muestreo realizado apunta a que, en un día normal, mueren en Europa 21 personas por cada millón de habitantes, pero en los días de mayor estrés climático --ya sea por frío o calor extremos--, se producen unas 30; y son precisamente el número de días extremos los que aumentarán, según los expertos.
Las cifras son fruto del análisis, por primera vez, de datos de 200 regiones de 16 países de Europa occidental, que engloban una población de 400 millones de personas.
ANÁLISIS PIONERO DE 200 REGIONES
"No podemos no hacer nada" ante el aumento de las temperaturas del cambio climático, ha precisado Rodó, quien ha reseñado que unas adecuadas medidas preventivas podrían hacer cambiar la pérdida de esperanza de vida en un aumento neto de la misma de hasta un año y medio, si bien el peor escenario también apunta a una reducción cercana a los nueve meses.