Cambiar los cigarrillos por el tabaco de mascar puede ayudar a reducir los riesgos cardiovasculares

Archivo - Tabaco de mascar y pastillas de tabaco.
Archivo - Tabaco de mascar y pastillas de tabaco. - BILDFOKUS/ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 7 enero 2022 16:04

MADRID, (EUROPA PRESS)

   Los fumadores habituales corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, pero dejar los cigarrillos en favor de una alternativa "sin humo" como el tabaco de mascar, el rapé o las pastillas de tabaco puede contribuir en gran medida a reducir el peligro a un nivel más normal, según muestra un nuevo estudio dirigido por la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos.

   Los resultados también indican que el principal culpable del mayor riesgo de los fumadores no es la nicotina, sino otras sustancias químicas presentes en el humo del tabaco. Tanto los cigarrillos como los productos de tabaco sin humo contienen grandes cantidades de nicotina.

Pero la autora principal Mary Rezk-Hanna, profesora asistente de la Escuela de Enfermería de la UCLA, advierte que el tabaco sin humo también conlleva sus propios peligros. "El consumo de tabaco sin humo no está exento de daños --alerta--. Hay pruebas de que su uso está asociado a ciertos cánceres, enfermedades de la boca y adicción a la nicotina, y su uso a largo plazo puede aumentar el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular".

   En el estudio, publicado en la revista 'Nicotine and Tobacco Research', participó un equipo de investigadores de la UCLA, la UC San Francisco, la Universidad de Boston y la Universidad de Texas en Arlington.

   Los investigadores analizaron los datos de un grupo representativo a nivel nacional de 4.347 adultos que proporcionaron muestras de orina y sangre en 2013-14 como parte del Estudio de Evaluación de la Población sobre el Tabaco y la Salud. Entre este grupo, 338 solo consumían tabaco sin humo, 3.034 fumaban exclusivamente cigarrillos y 975 nunca habían consumido tabaco en ninguna forma.

   El equipo analizó específicamente los biomarcadores de exposición al tabaco y los biomarcadores de inflamación y estrés oxidativo, que predicen el riesgo de enfermedad cardiovascular, en cada uno de los tres subgrupos.

   "Nuestros hallazgos muestran que, a pesar de tener niveles más altos de nicotina, los consumidores exclusivos de tabaco sin humo tenían concentraciones significativamente más bajas de biomarcadores de inflamación y estrés oxidativo que los fumadores de cigarrillos --resalta Rezk-Hanna--. Los niveles de estos biomarcadores entre los consumidores de tabaco sin humo eran similares a los de los "nunca" fumadores".

   El estudio también descubrió que los consumidores de tabaco sin humo que habían sido fumadores de cigarrillos tenían niveles más bajos de biomarcadores de estrés inflamatorio y oxidativo, así como de biomarcadores de exposición al tabaco, que los actuales fumadores de cigarrillos exclusivos, aunque tenían niveles más altos de nicotina. Aproximadamente el 84% de ambos grupos eran consumidores diarios de tabaco.

   Los resultados, según los investigadores, sugieren que el cambio de los cigarrillos al tabaco sin humo es beneficioso, aunque subrayan que el objetivo final debe ser el abandono completo de todos los productos del tabaco y de los sistemas de suministro de nicotina.

   Los altos niveles de biomarcadores relacionados con la enfermedad en los fumadores no eran sorprendentes, señaló Rezk-Hanna, ya que las investigaciones han demostrado que fumar cigarrillos y otras formas de tabaco de combustión exponen a los usuarios a altos niveles de sustancias químicas que causan inflamación y estrés oxidativo. La inflamación crónica aumenta el riesgo de enfermedades potencialmente mortales, mientras que el estrés oxidativo -que resulta de un desequilibrio entre las moléculas que dañan las células, llamadas radicales libres, y los antioxidantes, que combaten los radicales libres- puede provocar enfermedades cardiovasculares, pulmonares, neurológicas y de otro tipo, incluido el cáncer.

   Según Rezk-Hanna, se sabe menos sobre la relación entre el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el tabaco sin humo, pero los resultados del estudio demuestran que es menos probable que el consumo de tabaco sin humo provoque los niveles elevados de biomarcadores relacionados con las enfermedades cardiovasculares que se observan en los fumadores.

   Aun así, son pocos los fumadores que hacen el cambio. Un estudio longitudinal publicado en 2009, por ejemplo, reveló que sólo el 0,3% de los fumadores de cigarrillos se habían pasado al tabaco sin humo, y los cigarrillos siguen superando con creces la popularidad de los productos sin humo.

   El análisis estadístico de los datos de los participantes realizado por los investigadores tuvo en cuenta factores como la edad, el sexo, los diagnósticos de enfermedades cardiovasculares y el índice de masa corporal. Casi todos los consumidores de tabaco sin humo -el 96%- eran hombres, en comparación con el 53% de los fumadores de cigarrillos y el 38% de los que nunca habían consumido tabaco. Entre los consumidores de tabaco sin humo, el 47,2% había informado de diagnósticos previos de enfermedades cardiovasculares, al igual que el 40,4% de los fumadores de cigarrillos y el 34,7% de los no consumidores de tabaco.

   Los biomarcadores analizados -incluidos los metales pesados, los compuestos cancerígenos conocidos como hidrocarburos aromáticos policíclicos y las sustancias químicas gaseosas tóxicas denominadas compuestos orgánicos volátiles- se midieron en la División de Ciencias de Laboratorio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.