MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las personas con problemas respiratorios no deben bajar la guardia durante los meses de verano, porque el aumento de las temperaturas y la concentración de ozono pueden elevar el riesgo de mortalidad por agudización de enfermedades de pulmón según el Programa de Información sobre Asma y EPOC, Respirar es Vida.
Las altas concentraciones de ozono resultantes por el mayor número de horas de sol y el aumento de las temperaturas, hace que el cuerpo tenga que trabajar más para mantener una temperatura corporal normal, necesitando más oxígeno. Los afectados por EPOC o asma tendrán más dificultades respiratorias como consecuencia de esto.
Los expertos han recordado de cara al verano que los pacientes que están medicándose, no interrumpan el tratamiento. Es frecuente que debido a una mejoría de los síntomas, bajen la guardia, pero esto "puede aumentar el riesgo de complicaciones de la enfermedad y hospitalización en otoño" asegura el enfermero del servicio de Neumología del Hospital de la Sta. Creu i Sant Pau d Barcelona, Jordi Giner.
Cada enfermo debe llevar la medicación siempre encima, en un lugar visible y tenerla integrada en la rutina. El doctor del servicio de Neumología del mismo hospital, Alfons Torrego, recomienda la terapia MART. Se basa en la combinación del tratamiento de mantenimiento y el de rescate con un único inhalador. “Esta opción de tratamiento resulta eficaz, segura y permite un claro beneficio extra en la reducción de las crisis de asma frente al uso de broncodilatadores aislados como alivio”, asegura el doctor.
Los expertos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) recomiendan antes de viajar en verano, tener en cuenta el clima del lugar de destino. De esta forma, el paciente podrá prevenir y tratar la aparición de crisis respiratorias y evitar situaciones de peligro. Además, aconsejan mantenerse hidratados, evitar la proximidad a lugares con contaminación que impidan una correcta respiración y evitar salir en horas de calor excesivo.