MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las cafeterías y los cajeros automáticos podrían ser lugares perfectos para el acceso público a desfibriladores externos automáticos (DEA), según concluye una nueva investigación que se publica en la revista 'Circulation', de la Asociación Americana del Corazón.
Un desfibrilador externo automatizado (DEA) es un dispositivo médico computarizado que puede comprobar el ritmo cardiaco de una persona y reconocer un ritmo que requiere una descarga e indicar a la persona que lo usa cuándo es necesaria una descarga. El DEA emplea avisos de voz, luces y mensajes de texto para informar al rescatador de los pasos a seguir.
La colocación de DEA en las comunidades es un esfuerzo continuo para proporcionar acceso a estos dispositivos que salvan vidas para que las personas que presencien un paro cardiaco puedan ayudar a los afectados fuera del hospital. Para determinar el mejor lugar para colocar estos dispositivos, los investigadores estudiaron diferentes negocios y localidades municipales en Toronto, Canadá.
Los científicos clasificaron los negocios y otros lugares de acuerdo a cuántos infartos cardiacos ocurrieron en los 100 metros a la redonda de esos sitios y cuándo estaban abiertos. "Encontramos que las cafeterías y los cajeros automáticos estaban altamente clasificados a través de varias métricas relacionadas, y que esas puntuaciones eran estables a través de los años", afirma el autor del estudio, Timothy C.Y. Chan, catedrático de Investigación en Nueva Optimización y Análisis de Salud en la Universidad de Toronto, en Canadá.