MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El 64,1 por ciento de los españoles, tanto fumadores como no fumadores, está a favor de prohibir fumar en lugares públicos al aire libre como, por ejemplo, estadios deportivos, piscinas o centros comerciales abiertos, según se desprende de la 'Encuesta de la Semana Sin Humo', realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).
Una opinión que cada año gana más adeptos ya que en el trabajo realizado el año pasado por la sociedad científica el porcentaje de personas que estaban a favor de aumentar los espacios sin humo se situó en torno al 50 por ciento.
Además, en la actual encuesta, realizada entre los meses de abril y marzo en las consultas de Atención Primaria y a la que han respondido 5.170 personas, se refleja que. mientras que el año anterior el 55 por ciento de los encuestados era partidario de prohibir fumar en vehículos privados, en el año 2018 el porcentaje ya se sitúa en el 60,8 por ciento. Asimismo, un 16,5 por ciento adicional está de acuerdo en no dejar fumar en vehículos cuando viajan niños.
"Este tipo de medias, que hace unos años parecían muy lejos de contar con el consenso social, están prosperando porque, a día de hoy, el consumo de tabaco se percibe como una conducta de riesgo para la salud y se conoce que hay un factor de riesgo igual o más importante vinculado a este hábito para padecer diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia o para sufrir una enfermedad cardiovascular. Los riesgos para la salud del consumo de tabaco son ampliamente aceptados y, de hecho, un 93,1 por ciento de los encuestados así lo reconoce", ha comentado la coordinadora de la Semana Sin Humo de 2018, Lucía Gorreto.
Precisamente, la opinión de la mitad de los españoles de incrementar los espacios en los que se prohíba el tabaco se sustenta también en que el 65,4 por ciento se consideran fumadores pasivos, especialmente cuando se encuentran en terrazas (31,4%), bares, restaurantes y lugares de trabajo (22,5%).
No obstante, y a pesar de esta percepción, el 30,8 por ciento afirma que la normativa de la Ley del Tabaco, puesta en marcha en el año 2010, se cumple casi siempre, el 20,7 por ciento habitualmente y sólo un 5,4 por ciento considera que su cumplimiento es anecdótico.
Pese a todo ello, la encuesta realizada este año ha mostrado que actualmente el 15,6 por ciento fuma diariamente, un 7,3 por ciento de forma ocasional y un 34,1 por ciento son exfumadores.
El perfil del fumador es una persona de entre 17 y 18 año que fuma una media de 10 cigarrillos al día (49,2%), siendo el tabaco el más consumido (69,6%), frente al tabaco de liar (13,7%) u otros productos como, por ejemplo, los cigarrillos electrónicos (11%).
En este punto, Gorreto ha alertado de que se ha pasado de entre un 9 o 10 por ciento de los encuestados que en la anterior encuesta reconocieron mezclar tabaco con cannabis a un 12 por ciento en la actual, considerando la mayoría de ellos que esta sustancia favorece el consumo de tabaco.
EL 82% DE LOS EXFUMADORES DEJARON SIN AYUDA EL TABACO
Respecto al número de veces que los encuestados han intentado abandonar el hábito tabáquico, los resultados han reflejado las mismas cifras registradas en años anteriores, siendo un 70,1 por ciento aquellos que reconocen haberlo intentado en más de una ocasión y un 16,7 por ciento cuatro o más veces.
Entre los que finalmente lo consiguieron, el 82 por ciento asegura que no necesitaron ayuda, frente al 18 por ciento que sí que requirieron acudir a un especialista para dejar de fumar, siendo el principal motivo de dejar el tabaco la propia salud.
Sin embargo, y al margen de la salud, las personas encuestadas han destacado una serie de medidas que, a su juicio, favorecerían el abandono del hábito tabáquico. Por ejemplo, el 61,4 por ciento está de acuerdo en aumentar el precio del paquete de tabaco hasta los 8 euros porque haría que más personas dejasen de fumar.
Asimismo, la mayoría cree que financiar los actuales tratamientos para dejar el tabaco disminuiría el número de fumadores, al igual que el impulso del empaquetado genérico o de la puesta en marcha de más estrategias de prevención entre los jóvenes.
"Hay casos en los que está muy claro que existe un problema de adicción y dependencia que se puede abordar desde la Medicina de Familia, y mediante un seguimiento pertinente podemos trabajar en longitudinalidad para que determine el mecanismo o tratamiento más adecuado para dejar de fumar y, sobre todo, que luego consiga vivir sin tabaco, ya como un exfumador", ha dicho la vicepresidenta de Semfyc, María Fernández, quien ha zanjado asegurando que los resultados obtenidos muestran que "algo se está haciendo bien en las consultas de Atención Primaria para dejar de fumar".