MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 35 por ciento de los contagios de la gripe en España tienen lugar en el trabajo, especialmente en las oficinas y en los ambientes cerrados, y suponen un coste anual de unos 1.250 millones de euros al año, según las estimaciones del área de Medicina del Trabajo de Prevención Fremap.
La gripe es responsable de entre un 10 y un 17 por ciento de las bajas laborales, y conlleva la pérdida de cerca de 60 millones de horas de trabajo. El director del área de Medicina del Trabajo de Prevención Fremap, el doctor José Manuel Gómez, ha afirmado que "año a año las empresas son más conscientes de esto y cada vez hay más contratación de campañas de vacunación de la gripe", aunque "no se ha acertado en la explicación sobre las ventajas que tiene, sobre todo desde el punto de vista económico".
Y es que la vacunación antigripal, que lleva utilizándose desde hace 60 años, tiene una efectividad del 80 por ciento y reduce hasta en un 70 por ciento el absentismo laboral, según los datos de Prevención Fremap. Además, las campañas preventivas de vacunación podrían suponer un ahorro de unos 870 millones de euros al año a las empresas.
Los profesores, los trabajadores de las fuerzas de seguridad y los conductores son algunos de los colectivos que se exponen a un mayor riesgo de contraer la gripe. Los profesionales sanitarios, además, deben poner especial atención a la prevención, ya que "al adquirir la enfermedad serían un medio de transmisión a otros pacientes", ha explicado Gómez. Por otro lado, las personas que trabajan en el sector avícola también son un colectivo de riesgo, a causa de la gripe aviar.
Fuera del entorno laboral, las personas con enfermedades crónicas pulmonares, los viajeros internacionales y las mujeres embarazadas también son el centro de estas campañas de prevención. En cuanto a los mayores de 60 años, la vacunación es una medida muy efectiva, ya que tienen más posibilidades de contraerla y que se desarrolle de forma grave. Según el Ministerio de Sanidad, la posibilidad de contagio de la enfermedad es del 50 por ciento en los grupos de población cerrados, como los que viven en residencias.
LA VACUNA Y LAS MEDIDAS HIGIÉNICAS, LA MEJOR PREVENCIÓN
Gómez ha asegurado que la vacunación y extremar las medidas higiénicas son las dos mejores formas de prevenir la gripe. Por ello, se recomienda lavarse las manos frecuentemente, beber abundante líquido y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Para lavarse las manos se puede optar por el jabón común con agua, jabones antibacterianos o jabones sin agua, ya que son igual de efectivos y su única diferencia es que con estos últimos "es más cómodo su uso y se puede hacer una desinfección adecuada sin agua", ha señalado Gómez.
SE PUEDE CONTAGIAR ANTES DE QUE COMIENCEN LOS SÍNTOMAS
Ante los primeros síntomas de la gripe, como la fiebre, el dolor de cabeza, los dolores musculares o la tos, se debe visitar al médico de cabecera para que tome las medidas oportunas. Es aconsejable utilizar pañuelos de papel al toser, lavarse más frecuentemente las manos e incluso dejar de acudir al trabajo para evitar el contagio.
La gripe se puede contagiar entre las 24 y 48 horas antes del comienzo de los síntomas, y hasta cinco o seis días después del comienzo de la enfermedad. Además, los niños pueden transmitir la gripe incluso durante más de siete días tras los primeros síntomas, por lo que los padres "deben extremar las medidas de prevención o recurrir a la vacunación", ha afirmado Gómez.
¿CÓMO DIFERENCIAR LA GRIPE DEL RESFRIADO?
En ocasiones se puede confundir el proceso catarral común con la gripe, ya que comparten algunos síntomas, aunque los de la gripe suelen ser más fuertes. Las principales diferencias son que la gripe presenta siempre fiebre superior a 38 grados centígrados durante tres o cuatro días, mientras que la fiebre del resfriado es menor. El resfriado también conlleva una abundante secreción nasal, frente a la ausencia de la misma en la gripe.
El dolor de cabeza, los dolores musculares y la tos son habituales y fuertes en la gripe, y poco usuales en el resfriado común. Por último, los estornudos, el dolor de garganta y la irritación ocular son mucho más usuales en el proceso catarral que en la gripe, en la que raramente se presentan.