MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada tres españoles sufre síndrome metabólico, lo que condiciona el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes ya que tienen hasta tres veces más posibilidades de sufrir un infarto de miocardio, según han destacado desde la Sociedad Española de Cardiología.
La unión de los síntomas de obesidad central, con alteraciones en la presión arterial, glucosa y lípidos producen el síndrome metabólico, cuyas señales de alarmas comienzan con la observación de los síntomas de obesidad central.
"La identificación de los pacientes continúa durante la exploración física y es importante hacer un seguimiento del peso, talla y perímetro abdominal. Entonces podemos apreciar elevaciones de presión arterial y alteraciones analíticas en glucosa o lípidos", ha subrayado la interna del Hospital Nisa 9 de Octubre, Rosa Benítez.
PROBLEMAS DE LA GRASA ABDOMINAL
En los últimos años, distintos estudios han comprobado que la grasa abdominal es capaz de generar una importante actividad hormonal nada beneficiosa para el organismo y que supone el inicio de una cadena de factores de riesgo frente a enfermedades tan graves como el infarto de miocardio, la diabetes, la insuficiencia renal, el hígado graso, la hiperuricemia o cáncer.
"La grasa abdominal condiciona un aumento de la resistencia insulínica. Este aumento de la resistencia insulínica junto con otros factores, produce en nuestro organismo un estrés oxidativo que supone un preocupante factor de riesgo frente a graves enfermedades", ha aclarado el internista del Hospital Nisa 9 de Octubre, Julián Ruiz.
Por otro lado, el paciente que sufre el síndrome metabólico debe cambiar sus hábitos de vida, especialmente los relacionados al ejercicio y la dieta. En este sentido, hay que tener en cuenta que gran parte de la población adulta se encuentra inmersa en bucles de largas jornadas laborales que fomentan el sedentarismo y les impiden llevar una vida sana.
Del mismo modo, ocurre en los niños durante la etapa escolar. Se trata de un sector de la población al que se le debe enseñar a comer y a mantener hábitos de ejercicio. Desde el Servicio de Medicina Interna del Hospital Nisa 9 de Octubre se apunta al consumo de productos frescos de temporada y de producción cercana, puesto que el poder antioxidante de frutas y verduras es directamente proporcional a su fecha de recolección y envasado.