MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una de cada cuatro personas que trabaja en el ámbito hospitalario presenta hipertensión arterial enmascarada, en su mayoría hombres, según ha reflejado el estudio ESTHEN, llevado a cabo por el Grupo de Trabajo de la hipertensión arterial de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA).
La complejidad y relevancia clínica de este trastorno radica en su dificultad de diagnóstico, ya que como su nombre indica, las cifras elevadas de presión arterial permanecen "enmascaradas" durante la toma rutinaria de presión arterial en consulta, tal y como lo ha desvelado este trabajo hecho entre 500 profesionales sanitarios con niveles normales de tensión arterial, de los cuales el 28 por ciento era hipertenso sólo durante los momentos de su jornada laboral.
"El hecho de que este trastorno sea más común en población normotensa, con cierta tendencia a la pre-hipertensión, ha impulsado la realización de este estudio entre el personal del hospital, ya que desde las unidades de hipertensión arterial y desde la asistencia más hospitalaria es difícil llegar a la población normotensa", ha comentado el primer firmante del estudio, Javier Sobrino.
Asimismo, otro estudio llevado a cabo en Corea entre empleados de la hostelería muestra una prevalencia similar a la reportada en el estudio español (25,6%). Aunque aún no se ha podido ver una relación directa entre estrés laboral e incremento de la presión arterial, en ambos perfiles profesionales se han apreciado casos de hipertensión durante las horas de trabajo.
"Existen ciertas profesiones en las que la alta carga tensional y de presión mantenidas en el tiempo hacen que se incremente el riesgo vascular asociado a la hipertensión arterial. Por lo tanto, establecer medidas de prevención en estos pacientes que sólo tienen elevada su presión en horas de trabajo, puede ayudar a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares a largo plazo", ha apostillado otro de los firmantes del estudio y miembro de la Junta Directiva de la SEH-LELHA, Ernest Vinyoles.
Más allá del factor estrés, ha señalado, lo que sí está claro es que la hipertensión enmascarada incrementa el riesgo cardiovascular y el daño de los órganos diana. Además, se ha observado que con el paso de los años los hipertensos enmascarados suelen acabar siendo hipertensos convencionales, es decir, que presentan a la larga cifras iguales o superiores a 140/90 mmHg en la consulta.
CONTROL DURANTE 24 HORAS
Por otra parte, la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) está especialmente indicada en los hipertensos enmascarados. A diferencia de otras técnicas de medición, la MAPA registra los valores de tensión del paciente en diversas circunstancias y durante todo el día, incluso durante las horas de sueño.
"La evidencia científica acumulada en los últimos años indica que la toma de la presión arterial en la consulta médica es insuficiente para diagnosticar y tratar correctamente a estos pacientes", ha aclarado Sobrino.
Por su parte, el doctor Vinyoles ha subrayado la importancia de que estos pacientes entiendan que tiene poco sentido determinar la presión arterial en consulta, ya que las cifras son de normotensión.
Así, y como medida complementaria a la monitorización ambulatoria, el experto ha recomendado la automedida de la presión arterial (AMPA) en el domicilio o durante las horas de trabajo. "En ambos casos, es importante que la automedida se realice en un momento tranquilo, pero representativo del ambiente laboral o del domicilio", ha zanjado.