La mitad opina que los establecimientos hosteleros no adoptan las precauciones necesarias
BILBAO, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada cuatro ciudadanos con alergia o intolerancia a los alimentos cree que los productos nunca se etiquetan bien y casi la mitad opina que los establecimientos hosteleros no adoptan las precauciones necesarias, según los datos recogidos en Euskadi por un estudio realizado por Eroski Consumer.
La encuesta ha sido realizada en los meses de marzo y abril entre 1.100 personas de distintas comunidades autónomas que padecen estas enfermedades, de las que 110 corresponden a Euskadi. Se estima, según explican los responsables del estudio, que en los últimos 15 años los casos de alergias e intolerancias alimentarias se han duplicado, aunque es difícil concretar el número de personas a las que afecta.
En función de los resultados obtenidos entre los encuestados vascos, la mitad de ellos considera que no puede hacer la compra habitualmente con "total seguridad" en cualquier establecimiento (un 10% nunca y un 40% solo a veces). De este modo, uno de cada cuatro opina que los productos nunca se etiquetan de manera adecuada y otro 49 por ciento que solo se hace a veces.
En general, explica el estudio, consideran que comprar resulta "tedioso y difícil" y reclaman una información "lo más detallada y legible posible".
Más de la mitad de los encuestados cree que, en los establecimientos de hostelería, nunca se toman las precauciones necesarias, como avisar sobre la presencia o posible presencia de alérgenos en los platos, disponer de útiles de trabajo exclusivos para los menús especiales, detallar al máximo los ingredientes de sus cartas y de sus menús, y evitar la contaminación cruzada en el almacenamiento y manipulación de los productos, así como en la elaboración y conservación de los platos.
Por ello, los participantes en el estudio de Eroski Consumer exigen más formación en el ámbito de la hostelería en materia de alergias e intolerancias.
Poco más de la mitad de los entrevistados vascos con alergias e intolerancias de este tipo adquiere sus productos alimenticios básicos únicamente en un tipo de establecimiento y un 45 por ciento necesita acudir a varios. El 78 por ciento de los vascos encuestados compra en el hipermercado, el 73 en el supermercado y un 44 en el comercio tradicional.
Durante la compra, un 83 por ciento de los entrevistados en la Comunidad Autónoma Vasca con estas dolencias asegura verificar siempre la lista de ingredientes de los productos que se adquieren específicamente para la persona alérgica o intolerante alimentaria.
Otro 88 por ciento afirma comprobar habitualmente si en la etiqueta hay advertencias específicas.
EL CARRO DE LA COMPRA MÁS CARO
Nueve de cada diez vascos entrevistados consideran que el carro de la compra de un alérgico e intolerante alimentario es más caro que el de las familias que no padecen estas enfermedades.
El estudio señala, además, que cuando los alérgicos e intolerantes a algún alimento encuestados deciden ir a comer o cenar fuera de casa, toman siempre sus propias precauciones. De este modo, suelen evitar establecimientos de comida rápida y de cocina china.
Un 40 por ciento reserva con anterioridad y un 50 por ciento explica durante la reserva su alergia o intolerancia a los alimentos. Además, un 62 por ciento se asegura cuando llega al restaurante de que el camarero sepa que tiene alguna alergia o intolerancia, un 89 por ciento lee cuidadosamente las descripciones de los platos por si hay alguna mención sobre el alimento hacia el que reacciona, un 71 por ciento verifica con el camarero los ingredientes que contienen los platos que le interesan y el 47 por ciento se asegura cuando pide la comida de que el camarero le da el mensaje al cocinero.