Uno de cada cinco pacientes con infarto de miocardio acaban desarrollando una insuficiencia mitral isquémica crónica

Actualizado: martes, 5 abril 2011 12:54

MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

Expertos internacionales destacan la importancia de realizar un seguimiento de los pacientes que sufren un infarto agudo de miocardio en los meses e incluso años posteriores al evento, ya que hasta uno de cada cinco (20%) acaba desarrollando una insuficiencia mitral isquémica, según datos presentados en la última reunión científica del American College of Cardiology, que se celebra en Nueva Orleans (Estados Unidos).

La insuficiencia mitral isquémica crónica sucede cuando hay un defecto en el cierre de la válvula mitral, la que separa la aurícula izquierda del ventrículo izquierdo. Cuando el ventrículo late, esta válvula no cierra de manera completa para que la sangre no vuelva en sentido retrógrado hacia la aurícula y avance por la aorta hacia el organismo.

Según el tipo de infarto sufrido, hay más o menos probabilidades de padecer este defecto. Así, con un infarto inferior (oclusión de la arteria coronaria derecha) las probabilidades de padecer esta dolencia son del 38 por ciento, mientras que con el infarto anterior (oclusión de la arteria descendente izquierda anterior), las probabilidades descienden a un 10 por ciento.

No obstante, aún así resulta imprescindible el seguimiento de estos pacientes a lo largo de los siguientes meses e incluso años después de sufrir un episodio vascular de esta índole.

"A lo largo de estos últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento de la fisiopatología de la insuficiencia mitral isquémica y sobre todo en su historia natural, lo que ha llevado a muchos grupos a dar un vuelco en su abordaje y manejo", ha destacado el doctor José Cuenca Castillo, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del Complexo Hospitalario Universitario Juan Canalejo de A Coruña.

Cuando la insuficiencia se encuentra en un estado muy embrionario, se puede combatir con tratamiento farmacológico, habitualmente con diuréticos. Así, muchos pacientes logran mantener bajos niveles de riesgo gracias a estos tratamientos y no necesitan cirugía.

Del mismo modo, con muchos otros pacientes resulta necesario tomar otras medidas: el 90 por ciento son operados con cirugía abierta de reparación mitral, que permite arreglar la válvula con un anillo mitral que reduce el tamaño de la misma e impide el reflujo de la sangre desde el ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda.

Otro 2 por ciento son intervenidos con un trasplante cardiaco, si bien los expertos reconocen que ésta es la solución más drástica y menos frecuente, debido al reducido número de donantes existente y a la dificultad de encontrar pacientes aptos para esta intervención (menores de 65 años, sin otras enfermedades).