Cada año se registran alrededor de 1.100 casos nuevos de diabetes tipo 1 en menores de 15 años

Actualizado: martes, 7 octubre 2014 1:19

MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

En España hay 29.000 menores de 15 años con diabetes tipo 1, una patología de la que se registran de forma anual alrededor de 1.100 nuevos casos. El problema, señala Beatriz García Cuartero, pediatra especialista en Endocrinología Infantil y responsable de la Unidad de Diabetes Infantil del centro médico d-médical, es que en los últimos años estamos se observa un adelanto en la edad de inicio de la diabetes tipo 1 en niños.

De hecho, añade, "existen muchos casos en niños menores de cinco años e incluso en bebés con pocos días o meses de vida". Su detección es complicada a edades tan tempranas, aunque existen síntomas como el decaimiento, los vómitos o que el niño beba y orine mucho que pueden ser señales de sospecha que lleven a diagnosticar esta enfermedad.

Uno de los principales riesgos en la diabetes infantil es la aparición de hipoglucemias, una patología que consiste en una concentración de glucosa en sangre anormalmente baja debido a un descontrol del horario de comidas, insuficiencia de hidratos de carbono o a que se ha puesto una dosis de insulina excesiva.

Ante las hipoglucemias, los padres se muestran preocupados, ya que "producen alteraciones cognitivas (que influyen en el rendimiento intelectual, capacidad de respuesta) y aumentan el riesgo cardiovascular. En muchas ocasiones pasan desapercibidas y ocurren durante la noche", apunta esta especialista.

El paso más difícil para los padres tras el diagnóstico de esta enfermedad, es el periodo de adaptación a ella, pues "sienten que el niño se encuentra indefenso en el colegio a la hora de encontrar apoyos para seguir el tratamiento y por eso, en muchos casos uno de ellos se ve obligado a dejar de trabajar para cuidar a su hijo. Normalmente, quien suele dar el paso es la madre" añade.

Se estima que hasta en un 70 por ciento de los casos de los niños con diabetes, uno de los dos padres deja de trabajar hasta que la enfermedad está bajo control. Por ello, una educación diabetológica continua y exhaustiva es clave para que el niño con diabetes, sus padres y sus profesores sepan controlarle adecuadamente. A modo de ejemplo, para evitar hiper o hipoglucemias es imprescindible aprender a realizar ajustes de la insulina que se va a inyectar al niño en función de la ingesta que vaya a hacer, de la glucemia del momento y del ejercicio realizado o por realizar; de ahí la necesidad de una educación adecuada.

Asimismo, según explica esta especialista algunas tecnologías como la bomba de infusión subcutánea continua de glucosa (ISCI) junto con los sistemas de monitorización continua de glucosa en tiempo real (SMCG-RT) (sensores o holter de glucemia) se han convertido en "aliados perfectos" para el tratamiento de la enfermedad.