MADRID 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cada año se diagnostican en España 4.720 nuevos casos de tumor de riñón y, la mayor parte de ellos, se originan por el tabaco, la obesidad y la hipertensión, según los datos del primer estudio que se realiza en España sobre la incidencia de cáncer renal y que ha sido presentado en el marco del LXXVII Congreso Nacional de la Asociación Española de Urología (AEU).
Gracias a estos datos se ha demostrado que este cáncer urológico es el tercero "más común" entre la población española, tras el de próstata y el de vejiga. "Hasta la elaboración de este trabajo no contábamos con datos de incidencia de este tumor en nuestro país, por lo que ahora disponemos de una herramienta fundamental para el urólogo, ya que nos va a permitir conocer el perfil del paciente, la incidencia de esta enfermedad por comunidades autónomas y el abordaje que se realiza en España", ha afirmado afirma el presidente de la Asociación Española de urología (AEU), Humberto Villavicencio.
Asimismo, el estudio muestra que seis de cada 10 pacientes son varones y sólo un 33 por ciento mujeres y que, en cuanto a la relación con enfermedades de riesgo asociadas, casi la mitad de ellos presentaban sobrepeso, un 28 por ciento obesidad, un 52 por ciento era hipertenso y un 4,5 por ciento sufría una insuficiencia renal.
Por otra parte, en cuanto a los hábitos de vida, el 80 por ciento era fumador o estaba expuesto al humo del tabaco. "Está demostrado por otros estudios que el tabaco incrementa en un 35 por ciento el riesgo de desarrollar este tumor. Esta relación tan directa radica en que el riñón, al actuar como depuradora de la sangre, filtra todos los elementos tóxicos como el alquitrán que contiene el tabaco, que mientras son eliminados a través de la orina van deteriorando este órgano. Por decirlo de otra forma, estas sustancias tóxicas actúan como carcinógenos", subraya el vocal de actividades científicas de la AEU y coordinador de este estudio, Juan Manuel Cózar.
Respecto a la edad del paciente, la investigación señala que el 22 por ciento de ellos tenía una edad comprendida entre los 50 y los 60 años, el 12 por ciento entre 40 y 50 años y el 6 por ciento eran menores de 40 años. "A diferencia de otros cánceres urológicos este tumor se puede presentar a edades tempranas, a partir de los 40 años", recalca Cózar.
IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO PRECOZ
Por otra parte, este estudio muestra que la posibilidad de realizar una detección temprana aumenta las perspectivas de supervivencia ya que ocho de cada diez casos se diagnostican en fase localizada. En concreto, por tipos de tumor, el más frecuente es el cáncer de riñón de células claras, tras el carcinoma papilar y el de células sarcomatoides.
"Este cáncer es el denominado 'tumor del internista', ya que la patología del riñón puede mostrar signos tan diversos como el dolor de cabeza, la hipertensión, el derrame ocular. Por lo general, los primeros especialistas en tratar al paciente son los internistas. En muchos casos, los tumores son asintomáticos y el diagnóstico se realiza de forma accidental en una ecografía abdominal, a causa de un dolor en esta zona. Con frecuencia, se detectan en fase precoz y afortunadamente se pueden intervenir a tiempo", comenta este experto.
Por su parte, el doctor Villavivencio insiste en que al no contar con una prueba para detectar este tumor puesto que normalmente se diagnostica por otro motivo de consulta. Por ello, subraya la importancia que tiene que se insista como medida preventiva en abandonar el hábito tabáquico. "Hoy en día conseguimos salvar el órgano en la mitad de los casos, ya que en el otro 50 por ciento de los pacientes se acaba quitando el riñón", ha indicado.