MADRID 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada 1.000 niños y jóvenes padece artritis idiopática, siendo una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la edad pediátrica, según se ha puesto de manifiesto en una jornada organizada por el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, en colaboración con la asociación de pacientes Conartitris.
Se trata de un grupo de enfermedades, de base inmunológica, que afecta a las articulaciones de forma crónica, provocando inflamación. Aunque no es hereditaria, se sabe que existe un componente genético, que predispone a la aparición de la enfermedad en determinadas circunstancias.
A diferencia de los adultos, mayoritariamente estas patologías no cursan con dolor, pero sí afectan a la movilidad provocando rigidez e impidiendo hacer con frecuencia funciones y tareas muy comunes, y por lo tanto, limitan el día a día y la calidad de vida de los pacientes.
Además, la patología puede afectar a una o más articulaciones, siendo las más comunes las articulaciones grandes de los miembros inferiores como rodillas y tobillos. Dependiendo del grado de afectación y de las articulaciones afectadas, esta limitación varía.
LOS PROBLEMAS OFTALMOLÓGICOS AFECTAN A UN 20% DE LOS PACIENTES
En concreto, una de las complicaciones más frecuentes de la enfermedad son los problemas oftalmológicas que afectan a alrededor de un 20 por ciento de los pacientes en el ámbito pediátrico. Por esta razón, los expertos reunidos han destacado la necesidad de realizar un "minucioso" seguimiento con oftalmólogos formados y con experiencia para poder así detectar desde el inicio cualquier síntomas ocular.
Y es que, la inexistencia de dolor dificulta la certeza del diagnóstico y puede en algunos casos retrasar el inicio del tratamiento. De hecho, en el ámbito pediátrico la detección se produce mayoritariamente entre los 2 y 16 años.
Ahora bien, hay muchos factores que determinan la capacidad funcional, siendo la precocidad del diagnóstico, la intensidad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento las tres más importantes. En este sentido, los especialistas han informado de que se estima que un 30 por ciento de los niños con artritis idiopática juvenil en su paso a vida adulto van a tener secuelas de la enfermedad.
Por ello, el objetivo del tratamiento clínico es intentar frenar la inflamación de la forma más precoz e intensiva posible para evitar complicaciones y secuelas que pueda provocar dicha inflamación.