MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las células linfoides innatas y las proteínas de señalización específicas conocidas como interferones pueden reducir los efectos neurológicos nocivos de la brucelosis en el cerebro humano, según un nuevo estudio de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) publicado en 'The American Journal of Pathology'.
"Las células linfoides innatas y los interferones limitan las complicaciones neurológicas y articulares de la brucelosis", asegura el veterinario y actual estudiante de doctorado en la Facultad de Medicina Veterinaria (CVM) de la Universidad de Missouri que dirigió el estudio, Charles Moley.
La brucelosis es una enfermedad causada por miembros de la familia bacteriana Brucella, que infecta principalmente al ganado vacuno, caprino y ovino, provocando la pérdida de preñez, lo que ha causado miles de millones de dólares en pérdidas económicas a los productores ganaderos de todo el mundo.
La enfermedad también puede pasar de los animales a los humanos, principalmente mediante el consumo de productos lácteos no pasteurizados o la inhalación de esporas de los tejidos de animales infectados.
Si bien la enfermedad puede causar artritis, inflamación del corazón y síntomas similares a los de la gripe en humanos, las bacterias también pueden ingresar al cerebro y causar neurobrucelosis, lo que puede provocar complicaciones neurológicas a largo plazo, dolores de cabeza, náuseas, desorientación e hinchazón del cerebro y, en ocasiones, la muerte.
El estudio, que utilizó un modelo de ratón, podría conducir potencialmente a mejoras futuras en la forma en que se diagnostica y trata la enfermedad.
"En todo el mundo, la brucelosis es una de las infecciones bacterianas más comunes que salta de los animales a los humanos, y se estima que afecta a más de 10 millones de personas cada año, principalmente en las regiones de Medio Oriente y el Mediterráneo", afirma Moley.
Esta investigación puede potencialmente informar el trabajo de otros investigadores al comprender mejor cómo la enfermedad afecta el cerebro. Dado el nuevo conocimiento del papel protector crítico que desempeñan las células linfoides innatas y los interferones, el estudio podría conducir a intervenciones terapéuticas más específicas para humanos en todo el mundo que padecen neurobrucelosis o enfoques de diagnóstico más específicos para identificar la enfermedad antes de que aparezcan o empeoren los síntomas neurológicos.