MADRID, 8 Jun. (EDIZIONES) -
En nuestro día a día es habitual por desgracia, y seguro que nos ha pasado más de uno, el que al hacer un mal gesto o movimiento, o bien al practicar deporte, nos hayamos provocado un tirón muscular que puede llegar a molestarnos días o incluso semanas.
El departamento de Salud del Gobierno vasco señala que el dolor muscular suele ser muy frecuente y molesto pero, generalmente, no se debe a problemas demasiado serios. "Normalmente está en relación con la práctica de deportes nuevos e intensos que los músculos son incapaces de aguantar. No siempre es fácil diferenciarlo de los dolores de los huesos o de los de origen nervioso", remarca.
Las 'distensiones musculares' como se denominan en jerga médica pueden ser causadas por una actividad física o un esfuerzo excesivo, por un calentamiento inadecuado antes de realizar una actividad física, o bien por una flexibilidad deficiente, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
No obstante, el departamento de Salud vasco agrega aquí que se trata de una lesión de las fibras musculares y del tejido conectivo que las envuelve, que se produce cuando se realiza un ejercicio que pone al músculo a una tensión tal que es incapaz de soportarla sin lesionarse. "El músculo se desgarra y se desestructura. Con el calentamiento, los estiramientos y el entrenamiento se consigue evitar, casi por completo, el riesgo de sufrir distensiones", matiza.
En los casos más leves se producen por el estiramiento brusco de un músculo fatigado. "El tirón clásico (desgarro leve) se debe a una contracción repentina y violenta, un gesto fallido o a la recuperación tras un desequilibrio. En el adulto son más frecuentes los tirones importantes, desgarros o roturas musculares y tendinosas que se producen por una contracción no realizada en su momento, es decir, un mal gesto", agrega la entidad.
Por su parte, y en una entrevista con Infosalus, el doctor Damián Rial Valverde, traumatólogo del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla, de Cruz Roja Española, precisa que en los pacientes deportistas suelen producirse por sobreuso, mientras que en pacientes no deportistas suelen ser debidos a un inicio inadecuado de la actividad deportiva. "Un tirón muscular es simplemente una lesión del músculo tras un esfuerzo, que puede ser desde una simple elongación de las fibras (Grado 0) hasta una rotura completa del vientre muscular (Grado III)", afirma.
El especialista en traumatología deportiva, rodilla y hombro, y traumatólogo colaborador del Sevilla F.C. menciona sobre los síntomas del tirón muscular, que estos dependen del grado de la lesión, si bien en los casos más leves aparece un dolor súbito que impide continuar con la práctica deportiva pero permite llevar cabo un vida normal no deportiva, mientras que en las mas graves el dolor es mas intenso , imposibilita cualquier tipo de actividad y aparece un gran hematoma en la zona lesionada.
Desde la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos añaden también que pueden aparecer como síntomas el dolor y la dificultad de movimiento del músculo lesionado; hematomas y cambio de color de la piel; o incluso la hinchazón de la zona dañada.
¿DEBO IR AL MÉDICO?
Para su diagnóstico es necesario conocer cómo se produjo la lesión para estar seguros de que se trata de una distensión, y no de otra alteración muscular más grave, porque el tratamiento y la conducta a seguir van a ser muy diferentes.
En este sentido, el doctor Rial Valverde aconseja acudir al médico de atención primaria en primer lugar, o bien a un traumatólogo, en caso de que se trate de una lesión de mayor gravedad, con el objetivo de descartar otras posibles causas del problema, y que sea éste el que remita al fisioterapeuta si lo ve preceptivo.
En cuanto al tratamiento, el departamento vasco de Salud aconseja que, en los casos leves exista reposo de la zona lesionada para que el músculo reorganice todas las fibras afectadas y se recupere antes. "En las primeras 24-48 horas es mejor aplicar frío.
Después, aplicar calor (baño caliente, manta eléctrica, bolsa de agua caliente), así como un masaje suave, no traumatizante, con pomada revulsiva, si se quiere", agrega.
Si es necesario se puede dar ibuprofeno o un antiinflamatorio equivalente para calmar el dolor, teniendo en cuenta que las dosis se deben ajustar a la edad y al peso de la persona.
"En el caso del tirón clásico, la elevación de la extremidad afecta y un vendaje compresivo ayudan a su curación. La evolución en los jóvenes es rápida y en 3 días con tratamiento se puede empezar a andar con cierta soltura. De 6 a 10 días la curación está prácticamente finalizada", asegura la entidad.
A la hora de evitar estos días de relativo confinamiento la aparición de tirones, el traumatólogo deportivo del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla ve fundamental que la incorporación a las actividades deportivas sea de forma progresiva, y no se deba intentar volver al mismo nivel deportivo que se tenía antes del confinamiento. "Es necesaria también una adecuada nutrición, así como una pérdida progresiva del peso si se ha aumentado durante estos días", sentencia el experto.