MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de la mitad de los hombres trans y el 40 % de las mujeres trans están satisfechos con su vida sexual, lo que se corresponde con la satisfacción sexual de la población cisgénero, según investigadores del Amsterdam UMC (Países Bajos), que presentaron cuestionarios a 70 adultos transgénero.
Todos los participantes comenzaron con bloqueadores de la pubertad y luego recibieron hormonas de afirmación de género. Los participantes completaron el cuestionario sobre experiencias sexuales, satisfacción y posibles problemas sexuales un promedio de 14 años después del inicio del tratamiento. Los datos se publican en la 'Revista de Medicina e Investigación Sexual'.
Isabelle van der Meulen, investigadora del Amsterdam UMC, explica: "Nuestros resultados muestran que más de la mitad de los hombres trans y el 40 % de las mujeres trans están satisfechos con su vida sexual. Tampoco se observaron diferencias entre las personas que comenzaron con bloqueadores de la pubertad a una edad temprana o más avanzada".
Cabe recordar que, durante la pubertad, se producen diversos cambios hormonales en el cuerpo, que conducen al desarrollo de características sexuales externas, como el crecimiento de los senos, una voz más grave o el crecimiento del vello corporal. Para las personas jóvenes transgénero, que no se identifican con el género que les fue asignado al nacer, estos cambios suelen ser indeseables y pueden ser muy drásticos. Los inhibidores de la pubertad pueden detener temporalmente estos desarrollos y dar tiempo a las personas jóvenes para explorar su identidad de género. Si bien se ha demostrado que los inhibidores de la pubertad contribuyen al bienestar mental de las personas jóvenes transgénero, se sabe poco sobre su influencia en la satisfacción sexual y los problemas sexuales posteriores.
Así, según este nuevo trabajo, la mayoría de los participantes no tuvo problemas con el deseo, la excitación ni con el orgasmo. De los problemas sexuales mencionados, la dificultad para tomar la iniciativa fue el más común entre los hombres trans, mientras que alcanzar el orgasmo fue el más mencionado entre las mujeres trans. Sin embargo, la mayoría de los participantes indicó que estos problemas solo se percibían como estresantes de forma limitada. La frecuencia de los problemas sexuales coincidió con estudios previos en adultos transgénero que no iniciaron terapia hormonal hasta la edad adulta.
Estos resultados brindan información importante para los profesionales de la salud en la orientación de jóvenes transgénero y pueden reducir las preocupaciones sobre el funcionamiento sexual en etapas posteriores de la vida. Van der Meulen enfatiza: "Con estos resultados, podemos informar mejor a los jóvenes que comienzan a tomar bloqueadores de la pubertad sobre qué pueden esperar sexualmente en etapas posteriores de la vida. Al mismo tiempo, los investigadores subrayan que las experiencias sexuales son complejas y se ven influenciadas tanto por factores físicos como psicosociales. "Por ejemplo, la búsqueda e iniciación de contacto sexual se mencionó a menudo como un problema, algo que no está directamente relacionado con los efectos físicos de la terapia hormonal. Por eso es importante prestar atención a los aspectos psicosociales de la sexualidad en la orientación", concluye Van der Meulen.