MADRID 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha reconocido que una de las aplicaciones de sus investigaciones sobre el papel de los telómeros en el proceso de envejecimiento y cáncer que mayor impacto está teniendo es "como indicador del estado de salud de una persona y del riesgo de padecer algunas enfermedades".
Así lo ha destacado durante una conferencia en la Universidad Europea de Madrid (UEM), celebrada durante el acto de entrega del Premio de la Cátedra ASISA-UEM Ciencias de la Salud al alumno Miguel Ángel López Velom por obtener el mejor expediente de la Facultad de Ciencias de la Salud y Ciencias Biomédicas.
El descubrimiento de los telómeros está basado en gran parte en el estudio del comportamiento de las células cancerígenas. "Mientras las células sanas se reproducen un número limitado de veces, las del cáncer por el contrario se dividen de manera indefinida, es decir, detrás de las células del cáncer hemos encontrado el secreto del envejecimiento".
Para comparar casos concretos, las investigaciones lideradas por la propia doctora Blasco han estudiado la longitud telomérica normal de la población española, observando que "ay una gran variabilidad en la longitud media de los telómeros en personas de una misma edad".
En dicha longitud no sólo influye la genética, sino también los hábitos de vida, ya que se ha observado que fumar acelera la velocidad del acortamiento telomérico y, por contra, el ejercicio es un factor positivo para alargarlos.
Asimismo, la directora del CNIO también ha destacado el papel de la telomerasa, enzima encargada de "alargar" los telómeros ante el cáncer.
"Se observado que la vida de los ratones con genes supresores del cáncer y mayor cantidad de telómeras, como gen de la juventud, aumentaba en un 40 por ciento", ha explicado, apuntado a esta enzima como "futura diana terapéutica" contra el cáncer, "además de para la prevención de enfermedades asociadas al envejecimiento".