MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los bilingües utilizan y aprenden el lenguaje de manera que cambian sus mentes y cerebros, lo que tiene consecuencias, muchas positivas, según explica la doctora Judith F. Kroll, científica cognitiva en la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos.
"Estudios recientes revelan las formas notables en las que el bilingüismo cambia las redes cerebrales que permiten el conocimiento cualificado, sustentando el desempeño fluido del idioma y facilitando nuevo aprendizaje", afirma Kroll, profesora de Psicología, Lingüística y estudios de la mujer.
Los investigadores han demostrado que las estructuras y las redes cerebrales de los bilingües son diferentes de las de los que solo hablan una lengua. Al igual que los seres humanos no son todos iguales, los bilingües no son todos iguales y los cambios en la mente y el cerebro varían en función de cómo el aprendieron el idioma, cuáles son las dos lenguas y el contexto en el que se utilizan.
"Lo que sabemos de la investigación reciente es que en todos los niveles del procesamiento del lenguaje --de las palabras a la gramática y al discurso-- vemos la presencia de la interacción entre diferentes idiomas y la competencia", afirma Kroll. "A veces vemos estas interacciones entre idiomas en el comportamiento, pero a veces sólo vemos en los datos del cerebro", agrega.
Kroll presentará este sábado los últimos hallazgos sobre cómo aprenden los bilingües y utilizan el lenguaje de manera que cambien sus mentes y cerebros en la reunión anual de 2016 de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).
Ambas lenguas están activos en todo momento en los bilingües, es decir, los individuos no pueden desactivar fácilmente cualquiera de los idiomas y las lenguas están en competencia entre sí. A su vez, esto genera que los bilingües hagan malabares con dos lenguas, remodelando las redes en el cerebro que soporta cada uno.
"Las consecuencias del bilingüismo no se limitan a la lengua, sino que reflejan una reorganización de las redes cerebrales que tienen implicaciones para las formas en la que los bilingües negocian la competencia cognitiva de manera más general", añade Kroll.