Los beneficios cardiovasculares de la semaglutida se mantienen en personas con insuficiencia renal

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Archivo - Ozempic, semaglutida, - CAROLINA RUDAH/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 12 septiembre 2024 7:15

MADRID 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

El medicamento contra la obesidad semaglutida puede ayudar a prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros eventos cardiovasculares adversos importantes (MACE), así como la muerte en adultos con sobrepeso u obesidad que no tienen diabetes, tengan o no una función renal alterada, según una nueva investigación que se presenta en la Reunión Anual de este año de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), Madrid (9-13 de septiembre).

Los resultados se basan en un análisis preespecificado del ensayo SELECT que encontró que los adultos con sobrepeso u obesidad pero sin diabetes que tomaron semaglutida durante más de 3 años tuvieron un riesgo 20% menor de MACE o muerte debido a enfermedad cardiovascular, y perdieron un promedio del 9,4% de su peso corporal.

"Este nuevo análisis encontró una reducción porcentual similar en la enfermedad cardiovascular con semaglutida en aquellos con y sin función renal deficiente en el estudio SELECT. Debido a que aquellos con función renal deficiente tienen un mayor riesgo de antecedentes de enfermedad cardiovascular, el beneficio absoluto es mayor en este grupo", especifica la autora principal, la profesora Helen Colhoun de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.

Añade: "Estos hallazgos tienen implicaciones clínicas importantes. Las personas con insuficiencia renal tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y los resultados muestran que la semaglutida es segura y eficaz para reducir este riesgo de forma sustancial".

La obesidad está fuertemente asociada con la diabetes y la enfermedad renal crónica, y se sabe que exacerba el riesgo de deterioro de la función renal y de macroalbuminuria (cantidades anormales de la proteína albúmina en la orina). La semaglutida es un medicamento GLP-1 que se prescribe principalmente para adultos con diabetes tipo 2, pero en la dosis de 2,4 mg está aprobada para la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso que tienen al menos otro problema de salud. Esta clase de medicamentos simula las funciones de las hormonas incretinas naturales del cuerpo, que ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre después de una comida. Ajustar los niveles de estas hormonas también puede hacer que las personas se sientan llenas y, al hacerlo, ayuda a reducir su ingesta diaria de calorías.

Entre octubre de 2018 y junio de 2023, 17.604 adultos (de 45 años o más; 72 % hombres) de 804 sitios en 41 países con sobrepeso u obesidad (IMC de 27 kg/m* o más) se inscribieron en el ensayo SELECT y fueron tratados con semaglutida (2,4 mg) o placebo durante un promedio de 40 meses. Habían sufrido previamente un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular y/o tenían enfermedad arterial periférica, pero no tenían diabetes tipo 1 o tipo 2 cuando se unieron al estudio.

El nuevo análisis examinó si el efecto de la semaglutida sobre los eventos adversos graves (MACE) y un punto final combinado de MACE o muerte por cualquier causa se mantiene en los participantes con deterioro de la función renal, definido como tasas de filtración bajas y niveles altos de proteína en la orina. Esto se midió de acuerdo con la tasa de filtración glomerular estimada (TFGe; una medida de la función renal en la eliminación de desechos y exceso de agua de la sangre a través de la orina) y el estado de albuminuria en la aleatorización.

En la aleatorización, 1.908 (11%) participantes tenían una TFG estimada <60 mL/min/1,73 m2 y 2.281 (13%) tenían un cociente albúmina-creatinina urinaria (UACR) de al menos 30 mg/g (lo que indica deterioro de la función renal). Durante un seguimiento medio de 3,5 años, la semaglutida se asoció con una reducción del 18 % en MACE (el 6 % en el grupo de semaglutida tuvo dichos eventos frente al 7,3 % en el grupo placebo), así como con una reducción del 18 % en MACE o muerte por cualquier causa en adultos con función renal normal (TFGe =60).

En participantes con deterioro de la función renal (TFGe <60), la semaglutida se asoció con una reducción del 31 % en MACE (9,7 % semaglutida frente a 13,5 % placebo) y un riesgo 33 % menor de MACE o muerte por cualquier causa.

Los investigadores también encontraron que en los participantes con niveles normales de AUCR (<30), la semaglutida estaba relacionada con una reducción del 20% en MACE (5,9% semaglutida vs. 7,3% placebo), así como una reducción del 21% en el riesgo de MACE o mortalidad por todas las causas.

De manera similar, en los participantes con niveles más altos de UACR (=30), lo que indica daño o enfermedad renal, la semaglutida se relacionó con una reducción del 20% en MACE en comparación con placebo (9,9% frente a 12,3%) y un riesgo 19% menor de MACE o muerte por cualquier causa.

Entre aquellos con deterioro de la función renal (TFGe <60) se informaron eventos adversos graves en el 37% de los asignados a semaglutida, en comparación con el 46% de los que recibieron placebo.

"El ensayo SELECT demostró los beneficios de la semaglutida en adultos con enfermedades cardiovasculares que padecían obesidad o sobrepeso pero no tenían diabetes. Este nuevo análisis revela que, dentro de este grupo, las personas con insuficiencia renal presentaban tasas mucho más elevadas de enfermedades cardiovasculares", afirma el profesor Colhoun. "Sin embargo, la semaglutida fue al menos tan eficaz en la prevención de ataques cardíacos y otros eventos cardíacos importantes, así como de muertes, en este grupo como en aquellos con función renal normal. Los hallazgos se suman a la creciente evidencia de los beneficios cardiovasculares de la semaglutida y subrayan su importante papel como opción de tratamiento en el manejo de la salud cardiovascular y renal para el creciente número de personas afectadas por la obesidad".

A pesar de los importantes hallazgos, los autores advierten que SELECT no fue un ensayo de prevención primaria, por lo que los resultados no pueden extrapolarse a los pacientes con insuficiencia renal en general.