Archivo - Familia, padres e hija. Playa - ULABEZRYK/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Durante años, los psicólogos han tratado de descifrar qué hace que una persona nos resulte atractiva. La juventud ha sido considerada un factor clave, ligada a la fertilidad y a la vitalidad, pero nuevas investigaciones sugieren que no es tan sencillo: otros factores podrían estar influyendo de manera silenciosa y profunda en nuestras elecciones amorosas.
Los investigadores llevan mucho tiempo desenterrando los fundamentos del atractivo: ese factor intangible que tienta a los votantes, consigue ofertas de trabajo y atrae a las parejas. Lo que encontramos atractivo puede depender de aspectos que hasta ahora habían pasado desapercibidos, y comprenderlos podría cambiar por completo nuestra forma de ver las relaciones.
EL DESEO DE SER PADRE CAMBIA LO QUE ENCONTRAMOS ATRACTIVO
Y entender esto es lo que se han propuesto investigadores de la Universidad de Strathclyde (Reino Unido). Lo sorprendente es que las preferencias no estaban relacionadas con la riqueza percibida de convertirse en 'socios potenciales' (convertirse en un equipo) o la destreza parental, según se recoge en 'PLOS One'.
En este contexto, el investigador Jingheng Li y sus colaboradores de la Universidad de Strathclyde plasmaron esta teoría en el texto. Pidieron a 149 hombres y 151 mujeres (de 30 y 31 años de edad en promedio, respectivamente) que calificaran 50 retratos del sexo opuesto en una escala de 'nada atractivo' a 'muy atractivo'.
Todos los participantes eran heterosexuales residentes en el Reino Unido sin hijos y su primera lengua era el inglés. Los sujetos de los retratos tenían entre 19 y 55 años. Posteriormente, todos los participantes completaron el cuestionario sobre su deseo de tener hijos.
CÓMO SE ESTUDIARON LAS PREFERENCIAS
En general, los participantes calificaron los rostros de adultos jóvenes como más atractivos que los de adultos mayores, y los hombres y los participantes mayores los calificaron como más atractivos que las mujeres y los participantes más jóvenes. Con base en dos estudios posteriores con nuevos grupos de participantes, los investigadores observaron que las fotos de rostros de personas mayores no se percibían como padres más ricos o capaces que sus contrapartes más jóvenes.
Los autores señalan que los estudios 2 y 3 fueron estudios de seguimiento realizados con muestras de participantes diferentes a las del Estudio 1. Por lo tanto, los hallazgos de estos estudios posteriores pueden no reflejar directamente los juicios perceptivos de los participantes originales del Estudio 1. L
Los investigadores esperan obtener más información explorando factores adicionales, como si los participantes ya tenían hijos, cómo accedieron y usaron anticonceptivos, y otras diferencias culturales y sociales.
No obstante, añaden, "nuestro estudio desafía una suposición generalizada en psicología evolutiva. Descubrimos que los hombres y las mujeres que manifestaron un mayor deseo de tener hijos en realidad mostraron una menor preferencia por los rostros de adultos más jóvenes, lo que no respalda la idea de que la motivación reproductiva impulse una mayor atracción por la juventud".