MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los diferentes tipos de alcohol provocan diferentes respuestas emocionales, pero las bebidas alcohólicas de alta graduación se asocian con mayor frecuencia con sentimientos de agresión, sugiere una investigación publicada en la revista digital 'BMJ Open'.
Para explorar los posibles factores emocionales que subyacen a la preferencia por el alcohol, científicos británicos recurrieron a respuestas anónimas a la encuesta digital más grande del mundo sobre el uso legal e ilícito de drogas y alcohol entre adultos ('Global Drug Survey' o GDS).
El GDS, disponible en 11 idiomas, incluye preguntas específicas sobre el consumo de alcohol y los sentimientos asociados con el consumo de cerveza, licores y vino tinto o blanco cuando está en casa o cuando se sale. Se incluyeron emociones como con energía, relajado, sexy, seguro, cansado, agresivo, enfermo, inquieto y lloroso.
El análisis final incluyó las respuestas de poco menos de 30.000 de 18 a 34 años de 21 países que habían bebido cada uno de los tipos especificados de alcohol durante el año anterior y que habían completado todas las secciones relevantes del cuestionario. Sus respuestas mostraron que atribuían diferentes emociones a distintos tipos de alcohol.
LAS BEBIDAS DE ALTA GRADUACIÓN PROVOCAN MÁS SENTIMIENTOS NEGATIVOS
Las bebidas alcohólicas de alta graduación tenían menos probabilidades de estar vinculadas con sentirse relajado (20 por ciento); el vino tinto fue el más propenso a provocar esta sensación (poco menos del 53 por ciento), seguido de la cerveza (alrededor del 50 por ciento).
Es más probable que las bebidas alcohólicas de alta graduación provoquen sentimientos negativos que todos los demás tipos de alcohol. Casi un tercio (30 por ciento) de los bebedores de alcohol asociaron esas bebidas con sentimientos de agresión en comparación con alrededor del 2,5 por ciento de los bebedores de vino tinto.
Pero las bebidas alcohólicas de alta graduación tenían más probabilidades de provocar algunos sentimientos positivos que la cerveza o el vino. Más de la mitad (alrededor del 59 por ciento) de los encuestados asociaron estas bebidas con sensaciones de energía y confianza; y más de cuatro de cada 10 (42,5 por ciento), las asociaron con sentirse sexy.
Las respuestas difirieron según el nivel educativo, el país de origen y la edad, siendo el grupo de edad más joven (18-24 años) el que más asociaba cualquier tipo de alcohol con sentimientos de confianza, energía y sensualidad cuando bebía fuera de casa. Las respuestas también difieren según el sexo y la categoría de dependencia del alcohol: las mujeres eran significativamente más propensas que los hombres a asociar cada sentimiento, salvo la agresión, con todos los tipos de alcohol.
Sin embargo, los hombres fueron significativamente más propensos a asociar los sentimientos de agresión con todos los tipos de alcohol, al igual que los clasificados como grandes bebedores o dependientes, que tenían seis veces más probabilidades de hacerlo que los bebedores de bajo riesgo. Y los bebedores compulsivos eran más propensos a seleccionar cualquier bebida que estuviera asociada con sentimientos de agresión y llanto cuando estaban en casa o cuando estaban fuera.
Estos hallazgos sugieren que los bebedores dependientes pueden depender del alcohol para generar las emociones positivas que asocian con la bebida, ya que tenían cinco veces más probabilidades de sentirse con energía que los bebedores de bajo riesgo, dicen los investigadores.
Este es un estudio observacional por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre causa y efecto. Los investigadores enfatizan que es probable que haya muchos factores involucrados en los sentimientos provocados por el alcohol, incluida la publicidad, cuándo y dónde se bebe alcohol y el contenido de alcohol de diferentes bebidas.
Pero concluyen: "Comprender las emociones asociadas con el consumo de alcohol es imprescindible para abordar el uso indebido del alcohol, proporcionando información sobre qué emociones influyen en la elección de la bebida entre los diferentes grupos de la población".
Alrededor de 3,3 millones de muertes y cerca de uno de cada 20 casos de enfermedad y lesiones en todo el mundo son directamente atribuibles al alcohol. "Durante siglos, la historia del ron, la ginebra, el vodka y otras bebidas alcohólicas de alta graduación se ha mezclado con violencia. Este estudio mundial sugiere que incluso hoy en día es más probable que los consumidores de bebidas espírituosas generen sentimientos de agresión que los que toman otras bebidas", afirma el coautor, el profesor Mark Bellis, director del Centro de Salud Pública de la Universidad John Moores de Liverpool, Reino Unido.