Los bebés nacidos en tiempos de pandemia no tienen mayor riesgo de autismo

Archivo - Mujer embarazada con covid mirando por la venta.
Archivo - Mujer embarazada con covid mirando por la venta. - ARTISTGNDPHOTOGRAPHY/ ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 24 septiembre 2024 8:00

MADRID 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los niños nacidos durante el primer año de la pandemia, incluidos aquellos expuestos al COVID en el útero, no tenían más probabilidades de dar positivo en las pruebas de autismo que los niños no expuestos o prepandémicos, tal y como han confirmado investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos). El estudio, publicado en 'JAMA Network Open', es el primer informe sobre el riesgo de autismo entre los niños en la era de la pandemia.

"Se sabe que el riesgo de autismo aumenta con prácticamente cualquier tipo de agresión a la madre durante el embarazo, incluidas las infecciones y el estrés", afirma Dani Dumitriu autora principal del estudio y pediatra asistente en el Hospital de Niños Morgan Stanley del NewYork-Presbyterian (Estados Unidos). "La escala de la pandemia de COVID hizo que los pediatras, investigadores y científicos del desarrollo temieran que fuéramos a ver un repunte en las tasas de autismo. Pero no encontramos ningún indicio de tal aumento en nuestro estudio".

Es importante señalar, añade Dumitriu, que el estudio no analizó el diagnóstico de autismo, sino solo el riesgo de desarrollar autismo medido mediante un cuestionario de detección completado por los padres de los niños. "Es demasiado pronto para tener cifras de diagnóstico definitivas", aclara. "Pero este cuestionario de detección es predictivo y no muestra que la exposición prenatal al COVID o a la pandemia aumente la probabilidad de autismo. Se ha especulado mucho sobre cómo se está desarrollando la generación COVID, y este estudio nos da el primer atisbo de una respuesta con respecto al riesgo de autismo".

El equipo de Dumitriu ha estado estudiando los posibles efectos de la COVID (el estrés materno relacionado con la pandemia y la infección materna) en el desarrollo neurológico infantil en diferentes momentos desde el nacimiento a través de la iniciativa COMBO (COVID-19 Mother Baby Outcomes). Los niños que estaban en el útero durante las primeras fases de la pandemia ahora están llegando a la edad en la que podrían surgir indicadores tempranos de riesgo de autismo.

El estudio actual examinó a casi 2000 niños nacidos en el Hospital Infantil Morgan Stanley y el Hospital Allen del NewYork-Presbyterian entre enero de 2018 y septiembre de 2021. El riesgo de autismo se calculó en función de las respuestas a un cuestionario de detección del desarrollo neurológico que los pediatras dan a los padres para evaluar el comportamiento de los niños pequeños. Se compararon las puntuaciones de los niños nacidos durante y antes de la pandemia y de los niños con y sin exposición intrauterina al COVID. Todos los niños fueron examinados entre los 16 y los 30 meses de edad.

Los investigadores no encontraron diferencias en las pruebas de detección de autismo positivas entre los niños nacidos antes de la pandemia y los nacidos durante ella. "La COVID-19 sigue siendo bastante frecuente, por lo que esta es una noticia reconfortante para las personas embarazadas que están preocupadas por enfermarse y el posible impacto en el riesgo de autismo", afirma Dumitriu.

Sorprendentemente, el estudio también encontró que menos niños expuestos al COVID en el útero dieron positivo para autismo en comparación con los niños cuyas madres no tuvieron COVID" "Sospechamos que haber tenido COVID durante el embarazo puede haber influido en la evaluación que los padres hicieron de las conductas de sus hijos", argumenta Dumitriu. "Los padres que no tuvieron COVID pueden haber experimentado un mayor estrés (debido a la preocupación constante de enfermarse y a la vigilancia para prevenir la infección) y pueden haber sido más propensos a informar sobre conductas preocupantes de sus hijos".

A medida que los niños crezcan, los investigadores seguirán controlándolos para detectar diagnósticos de autismo. Pero, basándose en los resultados actuales, Dumitriu cree que es poco probable que se produzca un repunte del autismo relacionado con la COVID. "Los niños que estaban en el útero al comienzo de la pandemia ahora están llegando a la edad en la que surgirían los primeros indicadores del autismo, y no los estamos viendo en este estudio", destaca Dumitriu. "Y como es bien sabido que el autismo está influenciado por el entorno prenatal, esto es muy tranquilizador".

No obstante, otros deterioros pueden surgir más tarde, y los investigadores continuarán estudiando el desarrollo neurológico de los niños a medida que crezcan. Varios estudios de bebés que estaban en el útero durante pandemias anteriores, desastres naturales, hambrunas y tiempos de guerra han demostrado que otros trastornos del desarrollo neurológico, potencialmente desencadenados por el entorno estresante, pueden surgir en la adolescencia e incluso en la adultez temprana.

"Debemos reconocer la experiencia y el entorno únicos de los niños que nacieron durante la pandemia (incluido el estrés parental y el aislamiento social) y seguir vigilándolos para detectar posibles diferencias psiquiátricas o de desarrollo", concluye Morgan Firestein, investigadora científica asociada en psiquiatría y primera autora del estudio.

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