MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La evidencia es clara sobre que los hijos de padres obesos son propensos a la obesidad, poniéndolos en mayor riesgo de diabetes tipo 2, pero no se sabe exactamente cómo y por qué ocurre esto. Un estudio que se presenta en la 75 edición de las Sesiones Científicas de la Asociación Americana de Diabetes encontró evidencia que sugiere que el ambiente en el útero de madres obesas puede programar las células de un niño a acumular grasa extra o desarrollar diferencias en el metabolismo que podrían conducir a la resistencia a la insulina.
"Una de las preguntas que necesita explorarse es como los hijos de madres obesas pueden estar en riesgo de convertirse en obesos como resultado de factores que ocurren incluso antes de nacer", plantea Kristen E. Boyle, profesora asistente en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, Estados Unidos. "Nuestro estudio se centró en el mecanismo por el cual los niños pueden ser preprogramados para aumentar el riesgo de obesidad, debido a los cambios que ocurren en el útero", relata.
Boyle y su equipo tomaron células madre de cordones umbilicales donados de los bebés de madres con peso normal y obesas y las convirtieron en células de grasa y músculo en el laboratorio. Así, encontraron un contenido de grasa un 30 por ciento más alto en ambos tipos de células en los hijos de madres que eran obesas en su primera visita prenatal, en comparación con las células de la descendencia de madres de peso normal.
Estos expertos siguen analizando los datos para determinar si estas células muestran evidencia de alteración del metabolismo. "En este punto, ya que esto es bastante preliminar, no sabemos cómo estas diferencias en las células cultivadas en el laboratorio corresponden a la fisiología de estos niños después del nacimiento --afirma Boyle--. Pero está claro que hay una tendencia inherente hacia un mayor contenido de grasa en las células de la descendencia de madres obesas en el cultivo. También sabemos que la acumulación de grasa en las células correspondió a la masa grasa del bebé al nacer. El siguiente paso es seguir a estos niños para ver si hay un cambio duradero en la edad adulta".
Boyle y su equipo esperan tener pronto más información sobre cómo las células utilizan la grasa para la producción de energía y si esto contribuye a una mayor acumulación de grasa en las células de la descendencia de madres obesas. Estos científicos realizarán una evaluación completa metabólica de las células para determinar si las células de la descendencia de madres obesas presentan inflamación de resistencia a la insulina u otras diferencias metabólicas.