PALMA DE MALLORCA, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Trastornos Alimentarios de Son Dureta, que acaba de cumplir diez años desde su puesta en funcionamiento, ha atendido desde entonces cerca de 1.700 casos de anorexia y bulimia, dos enfermedades que afectan a entre el 0,5 y el 1 por ciento de las mujeres de entre 12 y 24 años, y del 1 al 1,5 por ciento de este colectivo, respectivamente.
Así lo señaló hoy la psicóloga clínica de la UTCA, María Carrera, durante la visita que realizó a la unidad el conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, acto en el que apuntó que cada año se atienden más de 130 casos nuevos de ambos trastornos, que suelen presentarse, en el caso de la anorexia, a partir de los 14 años y en el de la bulimia, desde los 15 ó 16.
Tal y como recordó, en agosto de 2002 el Servei Balear de Salut (Ib-Salut) asumió la atención global de estos pacientes, que se realiza mediante la hospitalización, la asistencia en el hospital de día y las consultas externas. En concreto, la Unidad dispone de ocho camas para pacientes ingresadas en Son Dureta y de entre diez y doce plazas como hospital de día, mientras que en el caso de los menores de 14 años, éstos son derivados de pediatría si sufren síntomas de trastornos alimentarios.
La doctora concretó que la anorexia es una alteración grave del comportamiento alimentario que se caracteriza por el rechazo a la ingesta de alimentos. Las personas que padecen esta enfermedad también recurren otros medios -utilización de purgas, provocación de vómitos y ejercicio físico excesivo- para perder peso, un hecho que provoca una desnutrición progresiva.
En cambio, la bulimia es un desorden alimentario causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Los que sufren este desorden alimentario suelen alternar periodos dónde comen de forma compulsiva con dietas radicales, asociadas con vómitos e ingesta de medicamentos, sobre todo laxantes y diuréticos, especificó al respecto.
Asimismo, explicó que la unidad ha atendido a pacientes con trastornos alimentarios no especificados, es decir, que no cumplen todos los parámetros propios de la anorexia y la bulimia, como la vigorexia, relativa a personas que rinden un excesivo culto al cuerpo. También mencionó la ortorexia, trastorno derivado de la obsesión por comer todo sano, aunque señaló que éste no se ha tratado nunca en la unidad sino que sobre todo se produce en Estados Unidos.
Por su parte, el conseller manifestó que la estancia hospitalaria media de un paciente con trastornos alimentarios es de aproximadamente un mes, aunque también se encuentra la fase ambulatoria en la que se pretenden recuperar los hábitos alimentarios normales. Así, manifestó que la unidad de Son Dureta es un recurso terapéutico que "continúa siendo necesario" para atender a estas afectadas.
CÓMO DETECTAR LOS TRASTORNOS
Las pacientes que sufren trastornos alimentarios por anorexia suele tienen horarios irregulares a la hora de comida, evitan las comidas familiares, y comienzan a sufrir síntomas de hiperactividad, pérdida de la menstruación, aislamiento social y excesiva preocupación por los estudios, entre otros.
Para detectar los casos de bulimia es preciso comprobar el estado de las neveras donde viven, que generalmente están vacías. Asimismo, presentan dolores de barriga, cuello y estómago. La bulimia es un trastorno alimentario que puede pasar más desapercibido.
En concreto, el trabajo de la unidad lo desarrollan una veintena de profesionales, entre los que se encuentran dos psiquiatras, dos psicólogos, ocho diplomados en enfermería, seis auxiliares de enfermería, un endocrinólogo y una auxiliar administrativa.