PALMA DE MALLORCA 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
La directora del Centro de Formación Ca'n Palerm, perteneciente a Proyecto Hombre, María Magdalena Morey, alertó hoy de que el problema del consumo de cocaína en Baleares es "cada vez más acuciante", debido a que se ha incrementado en los últimos meses, al igual que lo ha hecho el de cannabis, debido fundamentalmente a personas que atraviesan una situación personal y laboral "muy complicada".
En declaraciones a Europa Press, Morey recalcó que durante este año, ha habido un "ligero aumento" de la demanda de ciudadanos de las islas que desean acogerse al programa Horabaixa de Proyecto Hombre, creado hace nueve años, y que se trata de un programa nocturno destinado a usuarios que aparentemente llevan una vida normal a nivel familiar, social y laboral, pero que esconden tras de sí una adicción a la cocaína, que generalmente está acompañada a otras sustancias.
Así, explicó que este incremento responde al hecho de que muchos consumidores de cocaína han perdido su empleo y han dejado de percibir ingresos económicos, por lo que han tomado la decisión de desintoxicarse y seguir un tratamiento en Proyecto Hombre, debido a que no "pueden pagar su ritmo de vida a nivel de consumo de drogas".
Morey hizo estas declaraciones, con motivo de la celebración del Día Mundial Contra la Droga, durante el cual Proyecto Hombre organizó, de 09.00 a 18.30 horas, una Jornada de Reflexión, respecto al consumo de estupefacientes, con el fin de dar a conocer la situación de la sociedad actual en relación a las drogas, así como las pautas de intervención que se utilizan para actuar dentro de la lucha contra las drogodependencias.
Concretamente, durante esta jornada, celebrada en el centro de formación Ca'n Palerm, se han impartido varias conferencias, tituladas 'Una perspectiva histórica del consumo de drogas. Los nuevos perfiles de drogodependientes' y 'Las drogas y los medios de comunicación'. Asimismo, se han celebrado tres mesas redondas en las que se han abordado 'Familia, violencia y abuso de drogas'; 'El reto de la prevención comunitaria' y 'Vulnerabilidad de los colectivos'.
TRABAJO "COLATERAL"
En esta línea, Morey subrayó que el consumo de drogas no sólo debe ser abordado desde el punto de vista de la desintoxicación y los tratamientos para lograr este objetivo, sino que todos los sectores sociales deben trabajar "en red y de manera colateral", con el fin de detectar y paliar otros problemas asociados al consumo de estupefacientes, como la violencia doméstica, el abuso a menores de edad o problemas alimentarios como la anorexia.
Por otro lado, apuntó que también se debe incidir en la vulnerabilidad ante el consumo de drogas de ciertos colectivos sociales, como las mujeres, los inmigrantes, los menores y los discapacitados.
De este modo, recalcó que las personas que trabajan en Proyecto Hombre "no se siente solas" en su lucha contra el consumo de estupefacientes, debido a que existen otras instituciones y entidades que realizan una labor paralela, como los servicios municipales contra la violencia de género o la Asociación Rana, que trabaja en la prevención del abuso sexual a menores.
"Es necesario que tengamos una visión global del problema de consumo de drogas, que no sólo es la intoxicación, sino también los problemas que conllevan a nivel personal", destacó Morey, quien reveló que, el último informe de consumo de drogas entre los jóvenes desvela que ha habido también un "ligero aumento" en el consumo de cocaína, relacionado, sobre todo, al ocio.
En este sentido, recalcó que Proyecto Hombre está haciendo especial hincapié en prevenir el consumo de drogas entre los menores de edad, teniendo en cuenta que comienzan a probar el cannabis a los 16,4 años; la cocaína a los 17,2 y el alcohol a los 15,1 años, mientras que el primer consumo de heroína se retrasa hasta los 21,4 años.
Morey recordó que estos programas pretenden que los jóvenes "sepan discenir lo que les conviene" y tomen sus propias decisiones en un momento determinado diciendo no al consumo de drogas, teniendo en cuenta que los adolescentes están en una edad en la que están desarrollando su personalidad y, por tanto, suelen tener una baja autoestima, lo que provoca que, en muchos casos, se dejan influir por la presión de los grupos.
"La oferta de droga va a estar ahí mientras haya consumidores", lamentó, a la vez que recordó que Proyecto Hombre "no la puede controlar, pero sí puede fortalecer la autoestima y la identidad de los jóvenes para prevenir el consumo de estupefacientes".
Finalmente, recordó que ante el incremento del número de consumidores habituales de cannabis, Proyecto Hombre puso en marcha a finales de 2008 un programa específico para ayudar a abandonar esta droga, que "cada vez es más problemática".