Cada año se diagnostican en Baleares 89 nuevos casos de artritis reumatoide, que impide trabajar al 35% de los pacientes
PALMA DE MALLORCA, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Baleares ha registrado en un año 28.736 procesos de incapacidad temporal provocados por enfermedades reumáticas, lo ha generado un coste de más de 40 millones de euros, según revela el estudio 'Impacto de las Enfermedades Reumáticas en España', realizado bajo el Proyecto Salud y Trabajo con datos del año 2007 (último año del que se dispone de datos oficiales).
Así, entre las más de 200 dolencias que engloban las enfermedades reumáticas destaca la artritis reumatoide por su alto grado de incapacitación, patología que en Baleares afecta a 4.393 personas e impide trabajar al 35 por ciento de quienes la padecen.
Las enfermedades reumáticas tienen un gran impacto social, económico y emocional tanto en los pacientes como en su entorno familiar, y suponen un gasto considerable para el sistema sanitario.
En Baleares el 70 por ciento de los habitantes mayores de 20 años padece algún tipo de enfermedad reumática, según señala en estudio, que añade que los expertos reumatólogos estiman que estas enfermedades son equiparables en impacto a las enfermedades cardiovasculares o al cáncer.
En concreto, en el archipiélago se registra un proceso de incapacidad temporal por enfermedad reumática por cada 40 habitantes, con una media de duración de 37,10 días (frente a los 43,29 días en el conjunto de España). En total, en 2007 se contabilizaron más de 1 millón de días de baja laboral relacionadas directamente con estas enfermedades en el archipiélago.
Así, las mujeres protagonizan el 58,18% de los casos de incapacidad temporal por enfermedades reumáticas, y la duración media de estos procesos es superior a la de los hombres (35,07 días en el caso de los hombres frente a los 38,55 de las mujeres). Pese a ello, el coste por incapacidad fue superior en el caso de los hombres (1.593 euros) que en el de las mujeres (1.362 euros).
La repercusión económica de estas enfermedades no se deriva únicamente de los días de baja por enfermedad. "Habría que añadir lo que deja de ganar el trabajador, el gasto sanitario, otros gastos intangibles para la unidad familiar y los derivados de la pérdida de productividad por disminución del rendimiento y por absentismo", explica Pablo Lázaro, investigador principal del estudio.
