Está asociada al envejecimiento
PALMA DE MALLORCA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Aproximadamente el 10 por ciento de la población de Baleares, unas 100.000 personas sufren algún grado de insuficiencia renal crónica y, de ellas, cerca de 1.150 necesitan un tratamiento renal substitutorio, ya sea hemodiálisis o un trasplante.
Estos datos figuran en la Estrategia de la Enfermedad Renal Crónica de las Islas Baleares que se ha presentado este miércoles en una Jornada inaugurada por el conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, y el subdirector de Hospitales del Servicio de Salud, Àngel Gómez.
El acto inaugural también han asistido el director general del Ib-Salut, Josep Pomar; el director general de Planificación y Financiación, Juli Fuster; el vicepresidente de la Sociedad Española de Nefrología, Àngel Solís y el secretario de la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria, Amador Ruíz.
Esta Estrategia tiene el objetivo de abordar una atención integral, coordinada y multidisciplinar de la enfermedad, actualizar los conocimientos, aplicar las nuevas formas de atención más eficientes y evaluar los resultados asistenciales, de cara a incrementar la calidad de vida de las personas que la sufren y de su entorno.
AFECTA AL ENVEJECIMIENTO
Asimismo, se ha apuntado que se trata de una patología asociada al envejecimiento y, teniendo en cuenta que aumenta la esperanza de vida, está creciendo de forma progresiva el número de personas afectadas, que ya llega al 22% de las que tienen más de 64 años y al 40% de las mayores de 80 años.
De este modo, se apunta a que la enfermedad renal crónica está infradiagnosticada y se puede prevenir con hábitos de vida saludables, con el control de la hipertensión arterial, la glucosa y evitando el exceso de peso y el consumo de tabaco.
De este modo, la Estrategia acentúa la necesidad de detectarla a tiempo y, por esto, incide de forma especial en la coordinación entre los diferentes agentes asistenciales y en qué los profesionales refuercen y orienten su trabajo a descubrirla dentro del ámbito de la Atención Primaria, y a identificar la población que esté en riesgo de desarrollarla.
"Una vez detectada, se puede retardar la progresión, cosa que repercute de forma positiva tanto en la calidad de vida de las personas como en las complicaciones cardiovasculares asociadas", señala el Govern en un comunicado.
OPCIONES TERAPÉUTICAS
Con todo, se apunta a que el trasplante renal es la mejor opción terapéutica para los pacientes con insuficiencia renal crónica en estadio terminal en vez de la diálisis, puesto que presentan un índice de supervivencia mayor y más calidad de vida. Sin embargo, el trasplante renal sólo está indicado en menos del 20% de los pacientes de diálisis.
En el año 2009, había a las Baleares 486 pacientes con insuficiencia renal terminal que necesitaban seguir un tratamiento de diálisis. De estos, 422 recibían hemodiálisis y otros 44, diálisis peritoneal. Además, un centenar de pacientes estaban lista de espera por recibir un trasplante.
En cuanto a los datos de trasplantes, desde 1989 en las Islas 656 personas han sido trasplantadas de riñón -45 en 2010- con resultados muy positivos: 97% de supervivencia de los pacientes y un 88% de supervivencia del injerto al cabo de cinco años.
La hemodiálisis es la técnica más empleada, puesto que se aplica al 91% de los pacientes, que tienen acudir tres veces por semana a un centro sanitario. La otra modalidad es la diálisis peritonal, una técnica domiciliaria a la que optan un 9% de los pacientes. Cinco de los seis hospitales públicos de Baleares ofrecen estas dos técnicas: Son Espases, Son Llàtzer, Manacor, Can Misses y Mateu Orfila.