MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos) han descubierto que un tipo de bacterias intestinales comunes a veces asociadas con la inflamación, los abscesos, las enfermedades intestinales y el cáncer tiene un importante aspecto positivo: parece ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Los hallazgos, publicados en la revista 'mSystems', sugieren la posibilidad de tratamientos probióticos para la aterosclerosis, la peligrosa acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las arterias que causan derrames cerebrales y ataques cardíacos y que está relacionada con el tabaquismo, la dieta, la edad y una serie de causas genéticas.
Las dietas con alto contenido de alimentos de origen animal se han considerado durante mucho tiempo un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que dichas dietas son una fuente importante de trimetilamina (TMA) que es convertida por el hígado en otro compuesto, trimetilamina N-óxido (TMAO), que promueve la acumulación de placa grasa en las arterias.
"La conexión entre el TMAO y las enfermedades cardiovasculares ha tendido a centrar la conversación en cómo las dietas de origen animal tienen consecuencias negativas para la salud. Pero al analizar los datos de los estudios fundamentales de los microbiomas intestinales, descubrimos evidencia de que un tipo de bacteria asociada con el consumo de carne puede tomar el TMA, así como los precursores del TMA, y metabolizarlos sin producir ningún TMAO. Eso significa que esas bacterias están, en efecto, cortando un eslabón clave en la cadena de enfermedades cardiovasculares", explica la autora principal del estudio, Veronika Kivenson.
Las bacterias son del género 'Bilophila' y la evidencia sugiere que un código genético expandido permite que su metabolismo, a través de una vía de desmetilación, evite la producción de TMAO. Además, la investigación muestra que las dietas basadas en animales causan un rápido aumento de la 'Bilophila' en el intestino.
"Se ha demostrado que los organismos en el estómago afectan el desarrollo de una miríada de estados de enfermedad. Pero los mecanismos (lo que realmente está sucediendo detrás de las conexiones entre la dieta, la salud y la microbiota) han sido generalmente difíciles de precisar. Se necesita más investigación sobre la biología y la ecología de las células de 'Bilophila', pero nuestro estudio presenta un mecanismo claramente definido con potencial para un gran impacto en la salud humana", señala el coautor del estudio, Steve Giovannoni.
Identificada hace solo 31 años en un apéndice infectado, 'Bilophila' es una varilla anaeróbica gram-negativa que se clasifica como un patobio, un organismo que normalmente tiene una relación simbiótica con su huésped, pero que puede llegar a ser causante de enfermedades en determinadas circunstancias. Está comúnmente presente en los microbiomas de las personas que están sanas.
"Los datos que hemos revisado muestran que hay una cantidad significativamente mayor de 'Bilophila' en los microbiomas de las personas sanas en comparación con las que padecen enfermedades cardiovasculares, y que el número de Bilophila aumenta en respuesta a una dieta basada en la carne en comparación con una dieta basada en las plantas. Nuestros hallazgos sugieren que el papel de Bilophila en el microbioma y en la salud humana podría depender del contexto específico y que su potencial como probiótico que mitiga el papel de los productos animales en la enfermedad cardiaca debería ser estudiado más a fondo", concluye Kivenson.