MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ingesta de probióticos ayuda a mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal y esto puede estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo a los virus respiratorios puesto que el sistema digestivo esta interrelacionado con el respiratorio, según explica la gerente del área de Salud de FarmaSierra, la doctora Ana Ortiz.
"Hoy en día, existen algunos probióticos específicos que, tras ser ingeridos en cantidades suficientes, mejoran el equilibrio de la microbiota intestinal, corrigen el estado de disbiosis, tienen capacidad de estimular la reacción inmunitaria de nuestro cuerpo y pueden ser útiles además para corregir el estado de disbiosis a nivel de la mucosa respiratoria, con notables beneficios para la salud del huésped", señala la doctora Ortiz.
En este sentido, según apunta un estudio publicado en 'Cochrane', el uso de probióticos podría reducir la tasa de incidencia de infecciones respiratorias altas agudas en aproximadamente un 18 por ciento o reducir la duración media de un episodio de infección aguda en aproximadamente 1,22 días. Además, los beneficios inmunomoduladores son especialmente importantes en personas con más riesgo de contraer una infección grave por SARS-CoV-26.
Tras el inicio del invierno y el consecuente descenso de las temperaturas, se ha notificado un aumento significativo de las infecciones del tracto respiratorio como la gripe o el Covid-19.
Entre las infecciones de las vías respiratorias altas agudas se encuentran los resfriados, la gripe y las infecciones de la garganta entre otras, que generalmente se resuelven después de tres a siete días.
En los últimos años, diversos estudios han señalado que el virus de la gripe es más estable a temperaturas frescas y secas. Además, las bajas temperaturas debilitan la primera línea de defensas de la nariz, dando respuesta a por qué tendemos a enfermar más durante el invierno.
"El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo frente a microorganismos infecciosos y sustancias que considera extrañas o dañinas. Mediante una serie de procesos que conforman la respuesta inmune, es decir, el sistema inmunológico reconoce, ataca y se defiende de esos microorganismos y sustancias responsables de causar enfermedades", explica la doctora Ortiz.
Los pulmones son una de las zonas del organismo más expuestas a la llegada de patógenos (virus y bacterias). La nariz es uno de los puntos de acceso al sistema inmunológico de las mucosas, en el que intervienen el sistema digestivo y el respiratorio, dos entidades anatómicamente diferentes y con capacidad de influirse el uno en el otro, generando el concepto del eje intestino-pulmón.
El desequilibrio de la biodiversidad bacteriana intestinal puede conducir a una alteración del eje intestino-pulmón y a una disminución de la respuesta inmunitaria pulmonar, que puede resultar en una mayor probabilidad de sufrir procesos infecciosos respiratorios y de garganta, inflamación de las mucosas, etc.
Por este motivo, la doctora Ortiz recuerda la importancia de mantener una dieta saludable, variada y equilibrada priorizando vegetales, en especial los de hoja verde, y evitando los alimentos procesados y el azúcar para fortalecer el sistema inmunitario. Además, recomienda el consumo de alimentos fermentados como yogur, queso sin pasteurizar o kéfir, que son la manera más fácil de aportar probióticos a la dieta.
Asimismo, la hidratación es vital y se recomienda tomar dos litros de agua al día, aunque depende de diversos factores, como el calor o la actividad física que se realice diariamente. También es importante evitar el estrés y cuidar el descanso ya que estar en calma beneficia la microbiota y una microbiota sana ayudará a manejar mejor el estrés. No obstante, la experta recomienda hacer ejercicio moderado de manera regular ya que tan importantes son la alimentación y el descanso como el ejercicio
Por último, la doctora Ortiz incide en evitar los contrastes fuertes de frío y calor, llevando ropa adecuada como prendas resistentes al frío y a la humedad y utilizando varias capas de ropa ligera y abrigada. Así como complementar la dieta con probióticos específicos por su capacidad de promover el funcionamiento correcto del sistema inmunitario, fortaleciéndolo, equilibrándolo y manteniendo en forma las defensas de las vías respiratorias altas.