MADRID 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, en colaboración con expertos de la Universidad de Wisconsin-Madison el Hospital Infantil de Filadelfia y el Instituto Nacional del Ojo (NEI) de los Institutos Nacionales de la Salud, están avanzando en el desarrollo de una técnica para regenerar las células fotorreceptoras y restaurar la vista en personas con trastornos de la visión.
"En este estudio, queríamos saber si podíamos mejorar la entrega quirúrgica de estas células al espacio subretiniano, obtener imágenes de las células in vivo, mejorar su supervivencia, y verlos migrar a la capa de la retina donde deberían estar y comenzar a integrarse. La respuesta a todas esas preguntas ha sido sí", han dicho los expertos.
Los investigadores han estado interesados durante mucho tiempo en abordar los trastornos de ceguera de la retina y, hasta la fecha, han tenido un "gran éxito" en la producción de terapias génicas correctivas para afecciones con genes causales conocidos, si bien para muchos casos de degeneración retiniana hereditaria, no se ha identificado un gen.
En otros pacientes, la enfermedad ha progresado tanto que ninguna célula fotorreceptora permanece lo suficientemente intacta para la terapia génica. En cualquier escenario, un enfoque de medicina regenerativa, en el que los fotorreceptores podrían volver a crecer por completo, sería "extremadamente valioso".
Las células fotorreceptoras, que están formadas por bastones y conos, constituyen una capa de la retina externa fundamental para iniciar el proceso de visión, mediante el cual la energía de la luz se transforma en una señal eléctrica.
Para funcionar correctamente, deben formar una conexión, o hacer sinapsis, con las células de la retina interna para transmitir la información visual. Por lo tanto, el objetivo de esta terapia celular es recrear esta capa y permitir que se integre con los otros tipos de células de la retina para transmitir señales de una capa a la siguiente.
En el trabajo actual, el equipo utilizó precursores derivados de células madre de células fotorreceptoras humanas desarrolladas en el laboratorio para que sirvieran como base de la terapia celular. Así, desarrollaron un nuevo enfoque quirúrgico para inyectar las células, que fueron marcadas con marcadores fluorescentes, en las retinas de siete perros con visión normal y tres con una forma de degeneración retinal hereditaria.
"El uso de un modelo animal grande que sufre una forma natural de degeneración de la retina y tiene un ojo de tamaño humano fue fundamental para optimizar un procedimiento quirúrgico seguro y eficiente para administrar dosis de células que podrían usarse en pacientes", han dicho los expertos.
De hecho, los investigadores observaron que la captación de células era significativamente mejor en los animales con degeneración retiniana en comparación con aquellos con retinas normales. "Lo que mostramos fue que, si inyectas las células en una retina normal que tiene sus propias células fotorreceptoras, la retina está prácticamente intacta y sirve como barrera física, por lo que las células introducidas no se conectan con las neuronas de segundo orden en la retina, las células bipolares", han apostillado. La próxima etapa de este proyecto será continuar optimizando la terapia y luego probar si hay una respuesta funcional, es decir, una mejor visión, en sus receptores.