MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Grupo de Carcinogénesis Epitelial del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dirigidos por Paco Real, están avanzado en el el estudio del cáncer de vejiga gracias al uso de la tecnología de organoides y secuenciación de células individuales.
En concreto, los expertos están trabajando con esta tecnología para conseguir cultivos de células uroteliales de ratón estables y duraderos en el tiempo. Además, han caracterizado los organoides mediante secuenciación de ARN de células individuales y han identificado una pequeña población de células madre (células proliferativas) que da origen a los organoides y que no se había podido estudiar hasta ahora.
Este trabajo, publicado en la revista 'Nature Communications', permitirá poder trabajar con esta población e iniciar una nueva era en el estudio de las enfermedades del sistema urinario.
El tejido urotelial es uno de los tres tipos de tejidos que componen los órganos del sistema urinario, formando una capa que reviste la vejiga, los riñones, los uréteres y la uretra. Estas células son de gran importancia en la aparición del cáncer de vejiga, ya que su proliferación descontrolada origina el 90 por ciento de estos tumores, y porque participan en otras enfermedades, como la cistitis, que es muy frecuente, especialmente en las mujeres.
El estudio 'in vitro' de estos tejidos se ha visto dificultado por la imposibilidad de conseguir cultivos estables y duraderos en el tiempo. "Hasta ahora, solo se podían mantener los cultivos unos pocos días o semanas, y apenas se podía trabajar con ellos porque las células enseguida perdían su personalidad. Con esta nueva técnica, hemos podido mantener el cultivo más de un año y, lo que es más importante, las células conservan las propiedades del tejido original", ha explicado Real.
La tecnología de organoides permite crecer los cultivos celulares en una malla tridimensional llamada matrigel, y su ventaja, con respecto a los cultivos tradicionales en placas de Petri -(en dos dimensiones) es que la estructura tridimensional recuerda más a las condiciones en las que las células crecen en el propio organismo.
IDENTIFICAN LA NATURALEZA DE LAS CÉLULAS MADRE UROTELIALES
Los investigadores han ido un paso más allá y, gracias a la secuenciación de ARN de células individuales, han podido identificar la naturaleza de la población de células madre uroteliales de estos organoides, que son capaces de proliferar y pueden dar origen al cáncer.
Hasta ahora no se había conseguido expandir, analizar y describir esta población celular porque suponen menos de un uno por ciento del total del tejido de la vejiga, lo que hace muy difícil para los investigadores poder trabajar con ellas y, por lo tanto, avanzar en el estudio de las enfermedades resultantes de su mal funcionamiento.
"Ahora ya no tendremos que esperar poder encontrarlas en el tejido humano, sino que las buscaremos directamente porque tenemos más información sobre su identidad. Además, podremos ver en qué se parecen y en qué se diferencian de las células de los tumores, porque las células tumorales también proliferan inapropiadamente y es posible que tengan algunos parecidos. Esto nos dará pistas sobre qué es lo que se ha alterado en esas células para que se produzca un tumor", ha dicho el investigador.
El equipo también ha comprobado que la adquisición de propiedades funcionales es dependiente de 'Notch', un gen que, en cáncer de vejiga, funciona como supresor de tumores: la activación de 'Notch' hace que las células inicien el proceso de diferenciación, una función normal de la célula que constituye un mecanismo de protección contra el tumor.
"Estamos demostrando por primera vez que esta ruta, que ya habíamos evidenciado previamente que está alterada en cáncer de vejiga en colaboración con el investigador Manuel Serrano, juega un papel en el tejido normal, condicionando su diferenciación, y que probablemente ese es el motivo de que también juegue un papel en los tumores. Cuando se inactiva esa vía, las células no se pueden diferenciar bien y tendrían una mayor susceptibilidad a desarrollar cáncer", ha apostillado Real.
Estos hallazgos no se limitan tan solo a beneficiar la investigación del cáncer de vejiga, sino también a otras patologías de este órgano, como por ejemplo la cistitis. Por tanto, tal y como ha comentado el experto, el trabajo permite a investigadores de otras patologías disponer de poblaciones celulares estables en gran cantidad para poder estudiar estas enfermedades.
Como próximos pasos de la investigación, Real apunta a realizar el mismo procedimiento en células humanas, manipularlas genéticamente e inducir daños para analizar su comportamiento en situaciones patológicas y desentrañar los mecanismos de reparación con los que cuentan.