Autoanticuerpos naturales como moduladores clave en la respuesta del cáncer a la inmunoterapia

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Archivo - Inmunoterapia, cáncer - WILDPIXEL/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 8 agosto 2025 7:33

   MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio histórico ha revelado que los autoanticuerpos (proteínas inmunes tradicionalmente asociadas con las enfermedades autoinmunes) pueden influir profundamente en cómo los pacientes con cáncer responden a la inmunoterapia, según investigadores del Centro Oncológico Fred Hutch (Estados Unidos).

   El estudio, publicado en ‘Nature’, ofrece un posible avance en la solución de uno de los misterios más frustrantes de la oncología moderna: por qué los inhibidores de puntos de control funcionan para algunos pacientes, pero no para otros, y cómo podemos extender sus beneficios a más personas.

   “Nuestro análisis muestra que ciertos autoanticuerpos naturales pueden aumentar drásticamente la probabilidad de que los tumores se reduzcan”, comenta el autor principal, el doctor Aaron Ring, profesor asociado del Centro Oncológico Fred Hutch.

   “Observamos algunos casos en los que los autoanticuerpos aumentaron la probabilidad de que un paciente respondiera al bloqueo de puntos de control hasta entre cinco y diez veces”. El estudio sugiere que los autoanticuerpos podrían ayudar a revelar los puntos débiles del cáncer y señalar nuevos objetivos para el tratamiento.

    Los autoanticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario que reconocen los propios tejidos del cuerpo. Se asocian principalmente con su papel perjudicial en el desarrollo de enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide. Sin embargo, nuevas evidencias indican que, en algunos casos, los autoanticuerpos pueden ejercer sorprendentes beneficios para la salud.

   “Durante años, los autoanticuerpos se consideraron principalmente agentes dañinos en las enfermedades autoinmunes, pero estamos descubriendo que también pueden actuar como potentes terapias integradas”, matiza Ring. “Mi laboratorio está mapeando esta farmacología oculta para que podamos convertir estas moléculas naturales en nuevos tratamientos para el cáncer y otras enfermedades”.

   Con este fin, Ring y sus colaboradores utilizaron un ensayo de alto rendimiento que él desarrolló, llamado REAP (Rapid Extracellular Antigen Profiling), para detectar más de 6.000 tipos de autoanticuerpos en muestras de sangre de 374 pacientes con cáncer que recibían inhibidores de puntos de control y 131 individuos sanos.

   Utilizando muestras de sangre recolectadas de pacientes e individuos sanos, los análisis REAP revelaron que los pacientes con cáncer tenían niveles sustancialmente más altos de autoanticuerpos en comparación con los controles sanos.

   Ciertos autoanticuerpos estuvieron fuertemente vinculados a mejores resultados clínicos, lo que indica su posible papel en la mejora de la efectividad de la inmunoterapia. Por ejemplo, los autoanticuerpos que bloqueaban una señal inmunitaria llamada interferón se relacionaron con mejores efectos antitumorales de los inhibidores de puntos de control.

   Este hallazgo coincide con otros estudios que muestran cómo un exceso de interferón puede debilitar el sistema inmunitario y, por lo tanto, reducir los efectos de la inmunoterapia.

    “En algunos pacientes, su sistema inmunitario prácticamente elaboró su propio fármaco acompañante”, explica Ring. “Sus autoanticuerpos neutralizaron el interferón, lo que amplificó el efecto del bloqueo de los puntos de control. Este hallazgo nos proporciona un modelo claro para terapias combinadas que modulen intencionalmente la vía del interferón en el resto de pacientes”.

   No todos los autoanticuerpos resultaron beneficiosos. El equipo descubrió varios que se asociaron con peores resultados con los inhibidores de puntos de control, probablemente porque alteraban vías inmunitarias esenciales para las respuestas antitumorales. Encontrar maneras de eliminar o contrarrestar estos autoanticuerpos perjudiciales podría abrir otra vía prometedora para mejorar la eficacia de la inmunoterapia.

    “Esto es solo el comienzo”, comenta Ring. “Ahora estamos ampliando la investigación a otros tipos de cáncer y tratamientos para poder aprovechar, o eludir, los autoanticuerpos y lograr que la inmunoterapia sea eficaz para muchos más pacientes”.

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