MADRID 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto de Investigación Médica Queensland de Brisbane (Australia) aseguran que la savia de una mala hierba común, la 'euphorbia peplus', puede servir para tratar el cáncer de piel no melanoma, una variante de estos tumores que incluye los carcinomas de células basales o los de células escamosas.
Según informa en su último número el 'British Journal of Dermatology', aunque este tipo de tumores no son las formas más graves de esta dolencia, su incidencia es bastante alta y, de hecho, representan un tercio de los cánceres detectados en Reino Unido.
Actualmente, su tratamiento es sencillo y la mayoría de casos se cura con la extirpación quirúrgica o la congelación, o bien mediante un tipo especial de terapia de luz que destruye las células cancerosas.
No obstante, en algunas personas no están recomendadas estas terapias y no resultan efectivas, de ahí que estos investigadores tratasen de buscar una alternativa en esta planta, que durante siglos se ha usado dentro de la medicina tradicional.
De este modo, en el estudio participaron un total de 36 personas, que en total presentaban 48 lesiones de tipo no melanoma. Cada uno fue tratado con la savia de esta planta, aplicándose a la piel una vez al día durante tres días.
Después de un mes, en 41 de las 48 lesiones se observó una respuesta clínica completa al tratamiento y, por tanto, no hubo rastro del tumor en los análisis realizados.
Además, en los pacientes que experimentaron una respuesta parcial en una primera fase de tratamiento se ofreció una segunda oportunidad, realizando en todos los casos un seguimiento de dos a 31 meses, según el caso.
Quince meses después del tratamiento, en dos tercios (68,5% o 30 de los 48) de las lesiones de cáncer de piel se sigue observando una respuesta completa.
Pese a estos resultados, los investigadores aseguran que son necesarios estudios a gran escala para probar si el principio activo de la savia, una sustancia llamada 'mebutate ingenol', puede considerarse una nueva opción de tratamiento.
Según han observado, cuando esta sustancia se aplica en la piel no sólo mata las células cancerosas, sino que también activa a un tipo de glóbulos blancos, los neutrófilos, lo que podría reducir el riesgo de recaída al destruir las células malignas residuales que podría permitir que el tumor vuelva a crecer.
Según explica a la BBC, en declaraciones recogidas por Europa Press, la doctora Kimberley Carter, de la Asociación Británica de Dermatólogos, "aunque no ofrece una alternativa a la cirugía para el cáncer de piel más invasivo o melanoma, en el futuro podría convertirse en un complemento útil para el tratamiento de los cánceres superficiales".