El aumento del diámetro de la aorta eleva el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular

Archivo - Corazón, órgano.
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Publicado: lunes, 18 abril 2022 7:39

MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

El diámetro de la aorta torácica es un biomarcador de ataques cardíacos y otros eventos cardiovasculares adversos tanto en mujeres como en hombres, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Radiology'.

La aorta es una gran arteria que transporta sangre oxigenada al corazón y a otras partes del cuerpo. La parte que pasa por el pecho, conocida como aorta torácica, se divide en una aorta ascendente que sale del ventrículo izquierdo del corazón y una aorta descendente en la parte posterior del pecho.

La aorta torácica crece a medida que envejecemos, pero los cambios en el tamaño y la estructura de los vasos, un fenómeno conocido como remodelación vascular, tienen un carácter sistémico que implica procesos hemodinámicos -medidas básicas de la función cardiovascular y la circulación de la sangre- y biológicos que también están relacionados con las enfermedades cardiovasculares.

"Aunque el agrandamiento de la aorta torácica es un hallazgo frecuente en la práctica clínica, existen pocos datos longitudinales sobre su pronóstico a largo plazo en relación con los principales resultados de las enfermedades cardiovasculares a nivel de la población", señala la autora principal del estudio, Maryam Kavousi, del Departamento de Epidemiología del Erasmus MC, Centro Médico Universitario de Rotterdam (Países Bajos).

La doctora Kavousi y sus colegas evaluaron estas asociaciones en 2.178 participantes del Estudio de Rotterdam basado en la población. Los participantes se sometieron a tomografías computarizadas multidetectoras entre 2003 y 2006 y fueron seguidos durante nueve años, en promedio. Los diámetros de la aorta torácica se indexaron según el índice de masa corporal (IMC).

Los mayores diámetros de la aorta torácica ascendente y descendente indexados por el IMC se asociaron significativamente con un mayor riesgo de resultados cardiovasculares adversos, como el accidente cerebrovascular y la muerte, tanto en mujeres como en hombres.

"Nuestros resultados sugieren que la evaluación por imágenes del diámetro de la aorta torácica puede considerarse un marcador de riesgo de futuras enfermedades cardiovasculares", resalta la doctora Kavousi.

En las mujeres, un mayor diámetro de la aorta ascendente se asoció con un 33% más de riesgo de mortalidad cardiovascular. La remodelación de la aorta que envejece parece ser diferente entre mujeres y hombres, con un deterioro más rápido en las mujeres.

"El envejecimiento podría afectar a la salud y la estructura de la aorta de forma más adversa en las mujeres que en los hombres", advierte la doctora Kavousi.

Los resultados del estudio sugieren que la evaluación del riesgo cardiovascular asociado al tamaño de la aorta torácica entre mujeres y hombres asintomáticos podría conducir a estrategias de prevención eficaces y específicas para cada sexo.

"Dado que el diámetro de la aorta está significativamente relacionado con el tamaño del cuerpo, el uso de diámetros aórticos indexados en función de las medidas corporales podría mejorar su valor pronóstico para los resultados cardiovasculares", apunta.

La evaluación del tamaño de la aorta torácica podría añadirse fácilmente a los métodos de cribado existentes, señalan los investigadores. Las tomografías cardíacas utilizadas en el estudio ya se emplean habitualmente para evaluar el calcio coronario. El diámetro de la aorta torácica también podría medirse de forma rutinaria, por ejemplo, como parte del cribado del cáncer de pulmón mediante TC.

El estudio se basó en una única evaluación de la aorta torácica mediante TC en un amplio grupo de participantes de la población general, a los que se hizo un seguimiento durante nueve años para determinar la incidencia de resultados cardiovasculares y la mortalidad. Los investigadores han repetido recientemente la evaluación de la aorta torácica mediante TC entre estos participantes después de una media de 14 años.

"Esto ofrece una oportunidad única y apasionante de estudiar los perfiles de riesgo específicos de cada sexo y los patrones de crecimiento de la aorta torácica en la población general", concluye Kavousi.