PAMPLONA 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de Navarrabiomed y de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han realizado un estudio en el que destacan que aumentar la intensidad y calidad de las clases de educación física es la estrategia más eficiente para mejorar la salud de los escolares.
Un grupo de investigadores de Navarrabiomed y del Departamento de Ciencias de la Salud de la UPNA, especialistas en la prescripción de ejercicio físico para la mejora de la salud y la calidad de vida, son autores de este trabajo sobre los efectos de aumentar la calidad o la cantidad de las clases de educación física en la mejora de la condición física relacionada con la salud y las habilidades motrices básicas en la población joven (de 3 a 18 años).
El artículo acaba de ser publicado en la revista JAMA Pediatrics (Journal of the American Medical Association), ha explicado la Universidad Pública de Navarra en un comunicado.
En concreto, este estudio analizó datos de aproximadamente 50.000 jóvenes, concluyendo que las estrategias de tipo cualitativo, por ejemplo, incluir juegos y actividades con un alto componente cardiovascular y muscular o con una mejor planificación metodológica de las sesiones, podría producir beneficios saludables respecto a la condición física y las habilidades motrices básicas de los escolares.
Además de Antonio García-Hermoso, Robinson Ramirez-Vélez, Alicia M Alonso-Martínez y Mikel Izquierdo Redín (pertenecientes a Navarrabiomed, Idisna y UPNA), firman también el trabajo Miguel Ángel Pérez-Sousa (Universidad de Huelva) y Rodrigo Ramírez-Campillo (Universidad de Los Lagos. Osorno, Chile).
Los investigadores de este estudio también señalan que incrementar las horas destinadas al ejercicio o las sesiones semanales de educación física en horario lectivo no es siempre posible y sugieren que se mejore la eficiencia del tiempo destinado a ello (a través de estrategias como el entrenamiento de intervalos de alta intensidad HIIT, fuerza muscular, saltos o circuitos).
No obstante, los autores subrayan que, pese a las mejoras que suponen este tipo de estrategias en horario lectivo, los jóvenes requieren una mayor participación en actividades físicas de carácter extraescolar acorde a su franja de edad (es decir, 60 minutos diarios de actividad física moderada a intensa).
Afirman, asimismo, que la educación física también cumple otros objetivos que no son únicamente los propios relacionados con la práctica de actividad física, como por ejemplo, la socialización, el fomento del trabajo cooperativo, de los hábitos saludables y la expresión corporal, entre otros.
Sin embargo, señalan que la mejora de la condición física en la población escolar es fundamental para la salud, a corto y largo plazo, dadas las altas tasas de obesidad e inactividad física en jóvenes, que constituyen "un problema de salud pública que es preciso abordar desde las escuelas", según afirman.