MÁLAGA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El inicio del curso escolar conlleva un incremento de las infecciones virales entre los más pequeños, sobre todo por que la principal fuente de las mismas son otros niños del entorno que actúan como transmisores de la infección, especialmente si hay mucho contacto con secreciones (mucosidad, saliva, etcétera), tal y como ha indicado el doctor Conejo, responsable del Servicio de Pediatría del Hospital Vithas Xanit Internacional de Benalmádena (Málaga).
Algunas de las infecciones virales más frecuentes durante la infancia son los catarros de vías altas, las bronquiolitis, las gastroenteritis o las manchas en la piel. Debido al elevado número de infecciones de este tipo que padecen todos los niños al cabo del año y la preocupación que generan en los padres, las infecciones virales constituyen el principal motivo de consulta durante la infancia.
El doctor Conejo ha aclarado que las infecciones virales son "muy frecuentes en la primera infancia y constituyen parte del proceso normal y necesario en el desarrollo del niño". Así, durante los primeros cuatro años de vida, los niños tienen una media de 12 a 15 infecciones anuales, la inmensa mayoría de ellas de causa viral y concentradas durante el periodo escolar.
"Aunque la fiebre es uno de los signos más comunes en las infecciones virales, éstas se pueden acompañar, además, de algunos signos y síntomas inespecíficos, como la falta de apetito o el dolor abdominal o de cabeza. También es normal que el niño esté más apagado, con menos ganas de jugar. Todos estos signos y síntomas, aunque suelen preocupar a la familia --sobre todo la falta de apetito--, no deben alarmarnos, ya que forman parte del cuadro general de cualquier infección", ha expuesto el doctor, quien ha incidido en que es importante no obligar al niño a comer ni forzarlo a realizar ninguna actividad.
Respecto al tratamiento de estas patologías, el doctor Conejo ha señalado que las virales, a diferencia de las bacterianas, en la mayoría de las ocasiones sólo precisa tratamiento sintomático y se quitan solas después de unos días.
"Cuando nuestro hijo enferma, antes de administrar cualquier tipo de medicamento, lo primero que debemos hacer es conocer si la patología que padece el menor está producida por un virus o por una bacteria, ya que, en general, las infecciones producidas por bacterias suelen ser más graves y sí necesitan, en la mayoría de las ocasiones, tratamiento antibiótico", ha indicado.
Sin embargo, ha hecho hincapié en que ante las infecciones virales, que son las más comunes en este periodo, administrar antibióticos "no tiene ningún efecto y deben evitarse, ya que pueden producir efectos adversos y hacen que las bacterias se vuelvan resistentes a ellos, por lo que si alguna vez se necesitaran de verdad pueden no tener efecto", ha matizado este especialista.
LAS INFECCIONES MADURAN LAS DEFENSAS
Dentro de unos límites considerados normales, las infecciones constituyen parte del proceso de desarrollo de los niños, ya que suponen un "entrenamiento" para que sus defensas maduren de forma normal. Cada vez está más demostrado que los niños que crecen en un entorno "excesivamente limpio" --ausencia de guardería, esterilización continua de tetinas y biberones, etcétera-- desarrollan con más frecuencia problemas de asma y alergia en las edades posteriores.
La exposición a gérmenes y otras sustancias a estas edades hace que el sistema inmune (las defensas) aprendan a reconocerlas, a diferenciarlas de las sustancias que forman parte del organismo y a desarrollar una respuesta adecuada y proporcionada ante futuros contactos.
"Un sistema inmune no entrenado durante los primeros años de la vida tiene más probabilidad de funcionar de forma incorrecta cuando se exponga a estos gérmenes y sustancias, lo que aumenta el riesgo de aparición de asma, dermatitis o alergias", ha incidido.
En este punto, el responsable de Pediatría de Vithas Xanit Internacional ha aludido a la importancia de dejar pasar estas infecciones e intentar sólo calmar sus síntomas, por ejemplo, haciendo lavados nasales cuando haya mocos, controlar la fiebre usando algún antitérmico si el paciente lo requiere, hidratar al niño de forma adecuda en caso de vómitos o diarrea, etcétera.
El Grupo Vithas, que cuenta en España con 19 hospitales y 29 centros especializados Vithas Salud, ha consolidado su presencia en Málaga, donde cuenta con los hospitales Vithas Xanit Internacional de Benalmádena y Vithas Parque San Antonio de Málaga, y ocho centros médicos. Esta red de centros en la Costa del Sol es atendida por 1.700 profesionales que ofrecen una amplia y completa cartera de servicios.