Foto: FLICKER/GUZMÁN LOZANO
MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Cada vez son más los hombres que piden un alargamiento de pene, aprovechando que deben intervenidos para que se les implante una prótesis para tratar su disfunción eréctil, según señala el doctor Mariano Rosselló Barbará, director del Instituto de Medicina Sexual (IMS), quien destaca que en España muchos de estos pacientes aprovechan la cirugía también para realizarse una corrección de la curvatura o una faloplastia.
"Cada vez son más quienes solicitan que solucionemos sus problemas de erección y, en la misma cirugía, alarguemos su miembro", afirma Rosselló, quien destaca que 2006, un 5 por ciento de las cirugías de alargamiento se realizaban en solitario, sin embargo, posteriormente un 16 por ciento se combinan con otro procedimiento, con una prótesis, un enderezamiento de curvatura, una circuncisión o un retoque estético.
En cuanto al motivo para el alargamiento, el médico destaca el 'síndrome del vestuario', llamado así por la sensación que tienen muchos hombres, al ver a otros varones desnudos, de que el tamaño de su órgano es más pequeño de lo que realmente es; además, está que la pérdida de longitud en personas con disfunción eréctil durante años "no es infrecuente", ya que, afirma, "la disminución de erecciones supone una menor oxigenación del tejido y un posterior encogimiento del miembro".
"El tamaño del pene es un tema que preocupa a muchos hombres, incluso de cierta edad, y que se ha incrementado debido a la proliferación de imágenes de penes sobredimensionados en Internet y a las películas pornográficas, que distorsionan lo que se considera normal", explica el urólogo.
El perfil suele ser de un hombre que ronda la cuarentena, con un problema de erección que no puede ser solucionado con fármacos, bien porque no les son efectivos o porque le están contraindicados.
"OPERACIÓN RELATIVAMENTE SENCILLA"
Rosselló, que ha dirigido este jueves la 9ª edición del Curso de Cirugía de Pene e Implante de Prótesis de Pene, que celebrada en el Hospital HM Universitario Sanchinarro de Madrid, destaca que "se trata de una operación relativamente sencilla, sin riesgos adicionales a los de cualquier intervención bajo anestesia, y que permite que el paciente disfrute de una calidad de vida que había perdido".
En cuanto a los resultados de la prótesis, destacan que proporciona unos resultados de satisfacción de entre 92 y 100 por cien, y de entre un 91 y un 95 por ciento para la pareja, según un estudio publicado el pasado mes de abril en la revista 'Journal of Sexual Medicine'.
La pérdida total o parcial de la erección "a menudo va asociada a cambios de humor, cuadros de ansiedad y depresión. Recuperar la capacidad de obtener una erección tiene un efecto psicológico positivo de refuerzo de autoestima que mejora la relación de pareja", añade la doctora Mª Fernanda Peraza-Godoy, uróloga y andróloga del Centro de Urología, Andrología y Salud Sexual de Palma de Mallorca.
La primera prótesis de pene con mecanismo hidráulico, que incluía un dispositivo de bombeo, se implantó en 1973. Hasta entonces, las prótesis eran tubos semirígidos que se introducían dentro del cuerpo cavernoso del pene, condenando al paciente a un estado de semierección permanente.
"Supuso una revolución puesto que por primera vez se conseguía replicar el estado de flacidez y el de erección", comenta el doctor Rosselló, quien ha presentado la última novedad en prótesis, la OTR Titan Zero Degree, "no sólo es más ergonómica y cómoda para el paciente sino que incluye una protección antibiótica que reduce el riesgo de infecciones".
