La atención pediátrica de cercanía garantiza el correcto desarrollo de los bebés prematuros

Archivo - Imagen de archivo de un bebé prematuro.
Archivo - Imagen de archivo de un bebé prematuro. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / ONDROOO - Archivo
Publicado: lunes, 29 abril 2024 10:51

MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

En España, entre el 6,3 y el 7,4 por ciento del total de nacimientos son prematuros y aproximadamente el 85 por ciento de estos son prematuros tardíos. Con estos datos, la pediatra del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas Beatriz Iglesias ha destacado que la atención pediátrica de cercanía garantiza el correcto desarrollo de los bebés prematuros.

El nacimiento prematuro es aquel que se produce antes de la semana 37 de gestación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés prematuros se pueden clasificar en tres grupos: recién nacido prematuro extremo o gran prematuro (menos de 28 semanas); recién nacido muy prematuro (de 28 a 32 semanas), y recién nacido moderadamente prematuro (de 32 a 37 semanas), entre los que también se encuentran los prematuros tardíos (de 34 y 37 semanas).

"En los últimos años hemos venido observando un aumento del porcentaje de recién nacidos menores de 32 semanas de edad gestacional, según los datos del INE y la Sociedad Española de Neonatología", ha afirmado Iglesias.

Sin embargo, la supervivencia ha aumentado en las últimas décadas, gracias a los avances en el manejo perinatal y postnatal llevado a cabo por las áreas de obstetricia y neonatología. De ahí, la experta resalta la importancia de llevar a cabo la atención de partos prematuros en centros especializados para garantizar el nivel de cuidados y seguimiento que estos bebés necesitan.

Como pone de manifiesto Iglesias, "debe existir una continuidad entre los cuidados hospitalarios y las revisiones tras el alta, dado que, teniendo en cuenta las características especiales de los bebés prematuros, es esencial disponer de un programa que ayude a las familias a continuar con los cuidados y revisiones específicas de estos bebés. Por ello desde la consulta de atención primaria el objetivo es ayudar y coordinar el seguimiento de estos pacientes desde el alta hasta la adolescencia".

Además, a partir del alta hospitalaria del bebé prematuro surge un mundo nuevo para los padres, dado que una vez en casa esa sensación de seguridad que tenían en el hospital al estar rodeados de personal sanitario se debilita un poco, por lo que contar con atención pediátrica de cercanía contribuye de manera importante a su tranquilidad.

"Por tanto, con este seguimiento pretendemos dos objetivos principales, la detección y tratamiento precoz de los problemas y el apoyo a la familia", ha indicado Iglesias.

Para ello, la experta destaca que el seguimiento debe iniciarse en los primeros días tras el alta hospitalaria, e incluye una valoración del crecimiento (peso, talla, perímetro cefálico y relación peso/talla), control de la alimentación (lactancia materna o artificial), administración de suplementos y vacunación (Vitamina D, hierro) y seguimiento del neurodesarrollo.

"Acompañar y guiar a nuestros pacientes prematuros y a sus padres en este proceso es clave para conseguir los mejores resultados en su neurodesarrollo", ha añadido la especialista del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas.

CUÁNDO CONSULTAR AL PEDIATRA

En este punto, Iglesias ha aconsejado consultar al pediatra cuando el bebé rechaza la comida o come poco en dos tomas seguidas, así como cuando vomita o regurgita a menudo.

Además, se pueden dar otras situaciones en las que se debe acudir al pediatra: cuando tose a menudo; respira más rápido de lo habitual o con dificultad con movimientos visibles del tórax; presenta más de 37,5ºC, y se mantiene después de media hora de haberle quitado la ropa; duerme mucho o no se despierta con facilidad o está menos activo de lo habitual; presenta temblores o convulsiones; episodios de atragantamientos frecuentes. Si el bebé está muy frío (temperatura rectal inferior a 35ºC), y si existe cualquier signo de pérdida de vitalidad, como llanto débil, no interacción con los padres, debilidad de la succión o se muestra menos activo de lo habitual.

"Aunque nos hemos referido a los bebés prematuros por sus especiales circunstancias, este programa de seguimiento es, obviamente, aplicable tanto a bebés prematuros como a bebés nacidos a término", concluye la experta.