Ataques de pánico tras un atentado terrorista, consejos para sobrellevarlos

Diez formas de combatir los miedos, miedo, pánico, angustia
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Actualizado: miércoles, 7 junio 2017 10:52

   MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El miedo, e incluso pánico, que experimentan muchas personas tras presenciar o no un atentado terrorista no se solucionan tomando psicofármacos, sino afrontándolo y viviendo el presente, tal y como han asegurado diversos expertos con motivo de la ola de atentados terroristas que se están produciendo en diferentes puntos de Europa.

   De hecho, se calcula que el 10 por ciento de la población española ha sufrido algún ataque de pánico, el cual se caracteriza por insomnio, falta de apetito, hormigueo en el cuerpo, taquicardia, sensación de falta de aire, sudoración, temblores, mareos e, incluso, desmayos.

   "Cuando esto sucede, la mayoría de pacientes acuden al médico y el facultativo les da un tranquilizante, se calman y, en el mejor de los casos, las sensaciones desagradables desaparecen por algún tiempo. El 53 por ciento de los pacientes con pánico consumen psicofármacos, en su mayoría tranquilizantes, si bien su uso está desaconsejado durante más de tres semanas, ya que puede provocar que, al igual que otros trastornos asociados a la ansiedad y estrés, el pánico de vuelva crónico", ha comentado el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano.

   En este sentido, la terapeuta y autora de libros de autoayuda como 'La Medicina Emocional' o 'El Efecto Tarta', Marisa Navarro, ha señalado que, aunque lo normal es que tras el impacto emocional de los primeros días después de un atentado terrorista se comience a recuperar la vida normal, en las personas más sensibles a sufrir miedo, estos sucesos pueden actuar como detonante para la aparición de alteraciones emocionales como tristeza, desesperanza, ansiedad o inseguridad.

   "Ante una tragedia, por ejemplo, se puede iniciar un cambio de hábitos al coger transportes públicos, con miedo a viajar o alejarse de casa o a frecuentar lugares que puedan relacionarse con el hecho, o a tener la necesidad de controlar a nuestros familiares más cercanos para asegurarnos de que están bien. En principio, los que lo sufren comienzan este tipo de comportamientos sin dar importancia a este cambio, pero deberían saber que el miedo es contagioso", ha detallado la experta.

   Además, ha alertado de que funciona como una mancha de aceite, y si no se afronta, se va extendiendo y contaminando otras áreas de nuestra vida. Así, por ejemplo, se empieza teniendo miedo a subir en avión, y se acaba teniendo miedo de otros medios de transporte o evitando cualquier tipo de viaje, y aislándose de todo.

   Estas declaraciones han sido corroboradas por el doctor Cano, quien ha informado también de que el temor a padecer otro ataque de pánico hace que las personas afectadas estén hipervigilantes y se sientan continuamente en peligro, sufriendo así agarofobia, es decir, miedo a estar en un lugar donde se sienten que no tienen el control. De hecho, cuando se pregunta a los pacientes durante cuánto tiempo piensan en las sensaciones y somatizaciones provocadas por el pánico, la mayoría reconoce que el 90 por ciento del día están centrados en ellas.

CÓMO SUPERAR EL PÁNICO

   Con el fin de ayudar a las personas que padecen pánico o miedo, la doctora ha asegurado que la forma más eficaz de superarlo es enfrentándose a la situación que produce ansiedad o estrés hasta ir cogiendo seguridad de poder sobrellevarla. Asimismo, ha aconsejado vivir el presente y no pensar en el futuro, desahogarse y contar los miedos a otras personas; respirar profundamente; evitar los pensamientos negativos; y repetir frases positivas.

   Asimismo, Vindel ha hecho referencia a los resultados preliminares del ensayo clínico Psicología en Atención Primaria (PsicAP), cuyo objetivo ha sido comparar el tratamiento psicológico frente al habitual de Atención Primaria en el abordaje de los trastornos mentales comunes o alteraciones emocionales, como la ansiedad, estrés, depresión y somatizaciones.

   En él participan más de 200 investigadores, entre médicos y psicólogos, que han evaluado a cerca de 1.200 pacientes de 28 centros de salud de Atención Primaria de 10 comunidades autónomas. "El pánico se ha entendido durante mucho tiempo como un problema de hiperventilación, cuando realmente es consecuencia de distorsiones cognitivas. Por ello, la reestructuración cognitiva basada en la disminución de estas distorsiones de interpretación y atención, centradas en sensaciones, supone una innovación, que está demostrando su alta eficacia. Dos de cada tres pacientes con pánico, tratados con el nuevo tratamiento psicológico PsicAP, se recuperan en tan sólo siete sesiones", ha señalado el psicólogo y principal investigador del ensayo.

   Aun así, en España, sólo el 0,9 por ciento de los pacientes con trastornos de ansiedad están siendo tratados con tratamiento psicológico y sin fármacos, y el 39 por ciento no recibe tratamiento alguno. Otro de los aspectos novedosos, es el tratamiento transdiagnóstico, dada la constatación de que las personas suelen tener más de un trastorno y que muchos problemas psicológicos comparten factores comunes, de manera que cuando un trastorno mejora, también lo hace otro.

   "El ensayo PsicAP también ha investigado acerca del tratamiento transdiagnóstico grupal y los resultados han sido excelentes. La inclusión de profesionales de la Psicología en Atención Primaria sería beneficioso no sólo para la salud de los pacientes, sino también en términos económicos para el Sistema Nacional de Salud. El consumo de psicofármacos supone 700 millones de euros, pero los costes totales derivados de los problemas que generanlos trastornos de ansiedad, estrés, y depresión son 30 veces más, se estima que alrededor de 23.000 millones de euros", ha zanjado.