MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Vasos sanguíneos con fugas en el cerebro llamadas microhemorragias cerebrales se asocian con un mayor riesgo de discapacidad física y cognitiva en pacientes con esclerosis múltiple (EM), según revela un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela Jacobs de Medicina y Ciencias Biomédicas en la Universidad de Buffalo (UB), Estados Unidos.
El trabajo, publicado en la edición digital de este jueves de ‘Radiology’, examinó que pueden significar las microhemorragias cerebrales para los resultados clínicos en la esclerosis múltiple. Las microhemorragias cerebrales, que se vuelven más comunes con la edad y son un factor de riesgo conocido para la demencia, también se han asociado con lesión cerebral traumática, accidente cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson.
Los investigadores de la UB decidieron estudiar las microhemorragias cerebrales y la esclerosis múltiple porque vieron superposición significativa en los factores de riesgo para cada trastorno, según el investigador Robert Zivadinov, profesor de Neurología, director del Centro de Análisis de Neuroimagen de Buffalo y director de Imagen de Resonancia Magnética en el Centro de Investigación clínica y traslacional de la Escuela Jacobs de Medicina y Ciencias Biomédicas de la UB.
"Nuestra hipótesis es que hay una mayor prevalencia de microhemorragias cerebrales en la esclerosis múltiple debido a que la progresión de esta patología se asocia con una mayor probabilidad de comorbilidades cardiovasculares, como hipertensión, metabolismo de lípidos alterado, sobrepeso/obesidad, tabaquismo, diabetes y migraña, todos factores de riesgo para la parálisis por microhemorragias", dice.
El estudio incluyó a 445 pacientes con esclerosis múltiple; 45 con el síndrome clínicamente aislado, que es el primer episodio esclerosis múltiple que experimenta un paciente; 51 pacientes con otras patologías neurológicas y 177 controles sanos. Todos los participantes se sometieron a un tipo de imagen de resonancia magnética llamada imágenes de suceptibilidad ponderadas.
"Hemos encontrado que el 20 por ciento de los pacientes con esclerosis múltipe mayores de 50 años tienen microhemorragias cerebrales en comparación con el 7 por ciento de los controles sanos", subraya Fernando Schweser, profesor asistente de Neurología en la Escuela Jacobs de Medicina y Ciencias Biomédicas de la UB y autor del artículo. Entre los sujetos menores de 50 años, el 14 por ciento de los pacientes con el síndrome clínicamente aislado presentaba microsangrados frente a sólo el 3 por ciento de los controles sanos.
A MÁS HERMORRAGIAS, PEORES PROBLEMAS FÍSICOS Y COGNITIVOS
Los investigadores encontraron que cuantos más sangrados microscópicos cerebrales tenía un paciente, más grave fueron sus resultados físicos y cognitivos. En particular, los pacientes con esclerosis múltiple que presentaban más microhemorragias cerebrales registraban más discapacidad física después de ajustar por la edad, la hipertensión y el volumen de todo el cerebro.
"Esto es importante porque sugiere que las microhemorragias cerebrales se asocian con una mayor discapacidad física en pacientes con esclerosis múltiple, independientemente de estos factores de riesgo adicionales para las microhemorragias cerebrales", dice Zivadinov.
En términos de discapacidad cognitiva, los científicos hallaron encontraron que en el subgrupo de pacientes con esclerosis múltiple que se sometieron a las pruebas neuropsicológicas, aquellos con más sangrados microscópicos cerebrales sufrían mayor discapacidad en las pruebas de función cognitiva verbal y otras.
"Los pacientes con esclerosis múltiple que tienen microhemorragias cerebrales están sujetos al desarrollo de discapacidades físicas y cognitivas más temprano en su enfermedad y, por lo tanto, vigilarlos más de cerca puede ser apropiado", señala Zivadinov.
Ahora, hay importantes investigaciones en marcha para hallar formas de combatir las microhemorragias cerebrales, informa Zivadinov, añadiendo que en la actualidad, la prevención de factores de riesgo cardiovascular es la mejor manera de prevenir su formación, ya que no existen dianas terapéuticas disponibles en la actualidad.