MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del CIBEROBN han vinculado la mayor concentración del neuropéptido orexina A del plasma sanguíneo con peores funciones ejecutivas en pacientes anoréxicos, así como un empobrecimiento en la comprensión global de los trastornos alimentarios y los procesos cognitivos asociados.
Las orexinas, también llamadas hipocretinas, son neuropéptidos (sustancias del sistema nervioso) que usan las neuronas para comunicarse entre ellas. En estudios anteriores se ha observado que las orexinas están implicadas en una diversidad de mecanismos, como por ejemplo la ingesta de la comida y procesos de cognición, trastornos del sueño, entre otros.
Los científicos explican que en pacientes con anorexia se suelen presentar alteraciones en la toma de decisiones, dificultades para adaptarse a situaciones nuevas (inflexibilidad) y para ver el contexto general de aquello que observan (fijación excesiva en los detalles), alta rigidez y perfeccionismo y, en algunos casos, niveles elevados de impulsividad.
En el estudio, publicado en la revista 'Scientific Reports', han participado 102 mujeres adultas, 51 de ellas con anorexia nerviosa, todas ellas tratadas en el Hospital Universitario Bellvitge (HUB); la otra mitad eran mujeres sanas. Los representantes masculinos se han excluido debido a la baja prevalencia de hombres con este trastorno.
"Una vez los pacientes con anorexia se han recuperado, los niveles de toma de decisiones también son más adecuados, es decir, que son reversibles. Por eso, sería de gran interés explorar si la mejora en la toma de decisiones observada en la recuperación de la anorexia está relacionada con cambios en los niveles de orexina A. De ese modo, podríamos asegurar un biomarcador con potenciales aplicaciones clínicas", comentan.