MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los bebés que nacen con niveles bajos de vitamina D pueden tener más probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple (EM) más tarde en la vida que los recién nacidos con niveles más elevados de vitamina D, según concluye un estudio publicado este miércoles en la edición digital de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
"Se necesita investigación para confirmar estos resultados, pero nuestros hallazgos pueden proporcionar información importante para el debate en curso sobre la vitamina D en las mujeres embarazadas", afirma la autora del estudio, Nete Munk Nielsen, del Instituto Estatal Serum en Copenhague, Dinamarca.
En Dinamarca, se almacenan las muestras de sangre seca de las pruebas de detección de recién nacidos en el Biobanco Nacional Danés. Los investigadores identificaron a todas las personas en Dinamarca que nació a partir el 30 de abril de 1981, tenía inicio de EM en 2012 y cuyas muestras de manchas de sangre secas se incluyeron en el biobanco y compararon la sangre de esas 521 personas con las de 972 personas del mismo sexo y cumpleaños sin EM.
En este estudio, los recién nacidos con niveles de vitamina D menores de 30 nanomoles por litro (nmol/L) se consideraron nacidos con niveles deficientes; los niveles de 30 a menos de 50 nmol/L se consideraron insuficientes y los niveles superiores o iguales a 50 nmol/L se consideraron suficientes.
CASI UN 50 POR CIENTO MENOS DE RIESGO CON NIVELES ALTOS DE VITAMINA D
Se dividió a los participantes del estudio en cinco grupos en función del nivel de vitamina D, con el grupo inferior con niveles por debajo de 21 nmol/L y el grupo superior con niveles por encima o iguales a 49 nmol/L. Hubo 136 personas con EM y 193 personas sin EM en el grupo inferior, mientas en el superior, había 89 personas con EM y 198 personas sin la patología.
Los que estaban en el grupo superior parecían ser un 47 por ciento menos propensos a desarrollar esclerosis múltiple más tarde en la vida que aquellos en el grupo inferior. Nielsen subraya que el estudio no demuestra que el aumento de los niveles de vitamina D reduzca el riesgo de sufrir este trastorno
El estudio tiene varias limitaciones: las muestras de manchas de sangre secas sólo estaban disponibles para el análisis de vitamina D en el 67 por ciento de las personas con EM nacidas durante el periodo de tiempo y se determinaron los niveles de vitamina D con una única medición.
Además, los participantes tenían 30 años de edad o menos, por lo que el estudio no incluyó a las personas que desarrollaron EM a una edad avanzada, y la población danesa es predominantemente blanca, por lo que los resultados pueden no ser generalizables para otras poblaciones. No se puede excluir que este aparente efecto beneficioso pueda medirse a través de otros factores en la vida posterior, como los niveles de vitamina D, en cuyo caso una posible suplementación materna de vitamina D no reduciría el riesgo de EM en la descendencia.
Algunas de las fuentes de la vitamina D son la dieta, los suplementos vitamínicos y el sol. La vitamina D se encuentra principalmente en los pescados grasos como el salmón o la caballa y los niveles de vitamina D deben estar dentro de los niveles recomendados, ni demasiado bajos ni demasiado altos.