MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una frecuencia cardiaca elevada en reposo y una presión arterial alta en la juventud predicen un aumento de susceptibilidad a los trastornos de ansiedad, la esquizofrenia y el trastorno obsesivo-compulsivo más tarde en la vida, según revela un amplio estudio realizado por la Universidad de Helsinki, en Finlandia, y el Instituto Karolinska de Estocolmo, en Suecia.
Los autores evaluaron las conexiones entre la frecuencia cardiaca en reposo, la presión arterial y los trastornos psiquiátricos usando datos del registro de más de un millón de hombres suecos, como se detalla en un artículo sobre este trabajo publicado en la revista 'Archives of General Psychiatry'.
Se ha visto que muchos trastornos de salud mental se asocian con anormalidades en la función del corazón y la presión arterial. La frecuencia cardiaca y la presión arterial están reguladas por el sistema nervioso autónomo, que controla las funciones básicas del cuerpo. Pero no ha habido ninguna investigación exhaustiva sobre si discrepancias en la función del sistema nervioso autónomo pueden preceder a la aparición de enfermedades psiquiátricas.
En la investigación se utilizaron mediciones sobre la frecuencia cardiaca y la presión arterial de reclutados para el ejército sueco, vinculadas con la información de los registros nacionales de pacientes. Los resultados indican que los hombres cuya frecuencia cardiaca en reposo fue superior a 82 latidos por minuto durante su juventud eran un 69 por ciento más propensos a ser diagnosticados más tarde con el trastorno obsesivo-compulsivo que los hombres cuya frecuencia cardiaca en reposo fue inferior a 62 latidos por minuto. El riesgo de esquizofrenia aumentó un 21 por ciento y los trastornos de ansiedad, un 18 por ciento.
NUEVOS DATOS SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
El estudio tuvo en cuenta varios factores que podrían contribuir a la conexión, como el índice de masa corporal (IMC), el estatus socioeconómico, el origen étnico, la capacidad cognitiva, así como la aptitud física medida a través de una prueba de esfuerzo. Sin embargo, estos factores no explican totalmente la correlación entre los trastornos psiquiátricos y el ritmo cardiaco o la presión arterial. El periodo medio de seguimiento fue de 32 años.
El trabajo también revela que una frecuencia cardiaca baja en reposo se relaciona con un mayor riesgo de abuso de sustancias y condenas por crímenes violentos. "Estos resultados son interesantes, ya que proporcionan nueva información sobre la función del sistema nervioso autónomo en los trastornos psiquiátricos", explica el director del proyecto e investigador postdoctoral de la Universidad de Helsinki Antti Latvala.
Latvala señala que todavía se necesitan muchos estudios para determinar los mecanismos subyacentes. "Nuestras observaciones indican que las diferencias en las respuestas fisiológicas, como las reacciones de estrés, están relacionadas con el riesgo de trastornos mentales. También se sabe que las enfermedades psiquiátricas están asociadas con un mayor riesgo de patología cardiovascular. Nuestros resultados abren nuevas oportunidades para el estudio de este tema", concluye Latvala.