MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
El asma puede ser un fuerte predictor de futuros ataques de migraña crónica en personas que experimentan migrañas ocasionales, según las conclusiones de un equipo de investigadores de la Universidad de Cincinnati (UC), 'Montefiore Headache Center', 'Albert Einstein College of Medicine' y 'Vedanta Research', en Estados Unidos, que se publican en la edición de noviembre de 'Headache'.
"Si usted tiene asma, junto con migraña episódica u ocasional, sus dolores de cabeza pueden ser más propensos a convertirse en una forma más incapacitante conocida como migraña crónica", explica el autor principal del estudio, Vicente Martin, profesor de Medicina en la División de Medicina Interna General de la Universidad de California, codirector del Programa de Dolor Facial y Dolor de Cabeza y del Instituto de Neurociencias de la UC.
Martin se unió a Richard Lipton y Dawn Buse, ambos del 'Montefiore Headache Center' y 'Albert Einstein College of Medicine' y Kristina Fanning, Daniel Serrano y Michael Reed, de 'Vedanta Research', para estudiar cerca de 4.500 personas que experimentaron migraña episódica o menos de 15 dolores de cabeza por mes en 2008.
"La migraña y el asma son trastornos que involucran la inflamación y la activación de la musculatura lisa, ya sea en los vasos sanguíneos o en las vías respiratorias", explica Lipton, director del 'Montefiore Headache Center', vicepresidente de Neurología y presidente Edwin S. Lowe de Neurología del 'Albert Einstein College of Medicine' y fundador de 'American Migraine Prevalence and Prevention Study'. "Por lo tanto, la inflamación relacionada con el asma puede conducir a la progresión de la migraña", añade.
Alrededor del 12 por ciento de la población estadounidense sufre de migraña, que es casi tres veces más común en mujeres que en hombres, según Martin. Las personas con migraña crónica presentan dolores de cabeza 15 o más días al mes; esto afecta a alrededor del 1 por ciento de la población de Estados Unidos y tiene un peaje severo en pacientes que a menudo pierden el trabajo y eventos sociales.
Los investigadores analizaron datos de 'American Migraine Prevalence and Prevention Study' y los participantes del estudio completaron cuestionarios escritos en 2008 y 2009. Sobre la base de las respuestas al cuestionario de 2008, fueron divididos en dos grupos --uno con migraña episódica y asma coexistente y otro con migraña episódica y sin asma. También se les preguntó sobre el uso de fármacos, la depresión y el consumo de tabaco, con cuestionarios de 2008 y 2009 que incluían preguntas acerca de su frecuencia de dolor de cabeza, lo que permitió a los autores identificar a los que habían progresado a la migraña crónica.
Los científicos encontraron que después de un año de seguimiento se había desarrollado migraña crónica en el 5,4 por ciento de los participantes que también sufrían asma y en el 2,5 por ciento de las personas sin asma. "En este estudio, las personas con migraña episódica y asma al inicio del estudio registraban más del doble de probabilidades de desarrollar migraña crónica tras un año de seguimiento, en comparación con aquellas con migraña episódica pero sin asma", dice Martin.
"La fuerza de la relación es sólida; el asma fue un predictor más fuerte de la migraña crónica que la depresión, que otros estudios han encontrado que es uno de las trastornos más potentes asociados con el desarrollo futuro de la migraña crónica", explica Martin.
Los expertos han considerado varias teorías en cuanto a porqué el asma puede tener un papel predictivo en el desarrollo de la migraña crónica para las personas con migraña episódica u ocasional. Los pacientes asmáticos poseen más probabilidades de padecer también alergias y los investigadores han demostrado en estudios anteriores que los pacientes con alergias pueden ser propensos a dolores de cabeza más frecuentes particularmente si tienen fiebre del heno, explica Martin.
Otra posibilidad es que los pacientes con asma pueden tener un sistema nervioso parasimpático hiperactivo que los predispone a los ataques tanto de la migraña como del asma, dice Martin. También es posible que el asma no cause directamente la migraña crónica, sino que haya un factor ambiental o genético compartido, como la contaminación del aire, que se sabe que activa ataques de asma y migraña, puede jugar un papel, explica.
Martin cree que los médicos pueden querer recetar medicamentos preventivos para la migraña en una etapa anterior en estos pacientes. "Además, si las alergias son el detonante, se plantea la pregunta sobre si se deben tratar las alergias de manera más agresiva en estos pacientes", plantea Martin.